Firmas

La patria secuestrada

El presidente de la Generalidad, D. Artur Mas, afirma la existencia de sórdidas maniobras del centralismo opresor contra Cataluña. Así desde Madrid se habría orquestado la destrucción de la nación mediante el ataque a uno de los símbolos de la patria: el Muy Honorable D. Jordi Pujol y su familia.

Pero resulta que cuatro de sus cinco vástagos acumulan una envidiable fortuna como consecuencia de sus innegables virtudes para los negocios. Se diría que a modo de Pentecostés económico, el dios Mercurio (el del comercio) descendió sobre el hogar Pujol-Ferrusola iluminándoles con su gracia, con lo que todos ellos adquirieron no aquel "don de lenguas" dado por el Espíritu Santo a los 12 Apóstoles, sino el don de dólares, de euros? La riqueza en sí misma no es pecaminosa. El éxito es admirable? la cuestión es si la Presidencia del padre tuvo una relación casual o causal. Ese es el tema. El nacionalismo siempre ha tenido la virtud de convertir los problemas particulares en problemas nacionales. En absorber la sociedad común reduciéndola al interés particular.

Y de este modo lo que a cualquier mortal se le presenta como una lógica investigación sobre fortunas opacas, paraísos fiscales, enriquecimientos tan envidiables como inexplicables? para el Muy Honorable Mas sería un ataque a Cataluña, incardinada en los Pujol-Ferrusola. La reedición de "la conspiración judeo-masónica-bolchevique".

Ayer los anti-franquistas resultábamos anti-españoles. Del mismo modo que hoy, para Artur Mas y compañía, requerir de donde ha salido tanto para unos, el porqué la sede de su propio partido está embargada por corrupción y su socio, Unión Democrática, condenado como responsable civil por sus tropelías políticas, resulta una ofensa a la patria. Porque la patria son ellos, no la sociedad. Como aquella España era Franco. Son iguales, cara y cruz, una misma moneda. ¿Y la izquierda?. Ni está ni se la espera.

Javier Nart. Abogado.

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