A finales de diciembre pasado la revista Forbes publicó la lista de actores más rentables de Hollywood. Se trata de aquellos actores o actrices que, por dólar cobrado por su trabajo, son los que más devuelven a las productoras de acuerdo con las ventas de sus películas. En 2012, la primera del ranking fue Natalie Portman. La película que protagonizó, Black Swan, obtuvo 329 millones de dólares de beneficio. Sorprendentemente, el presupuesto del film fue sólo de 13 millones de dólares, muy poco si se compara con la película española estrella de 2012, Tadeo Jones, cuya producción se dice que anduvo por los 10 millones de euros, e ingresó en España unos 18 millones. Tadeo Jones, sin embargo, fue la segunda por ingresos. La película española Lo imposible encabezó la lista consiguiendo recaudar más de 40 millones de euros.
Natalie Portman, según Forbes, fue capaz de devolver a la productora 42,70 dólares por cada dólar que recibió como salario. Le siguieron Kristen Stewart con 40,60 dólares y Shia LaBeouf con 35,80. Eddie Murphy, sin embargo, uno de los actores mejor pagados de Hollywood, devolvió la exigua cantidad de dos dólares por dólar recibido.
Respecto de los actores españoles no se encuentran fácilmente datos de ingresos. En el caso de los mejor pagados, la cifra por película ronda los 250.000 euros. Así estarían, por ejemplo, Luis Tosar o Paz Vega.
La revista Forbes también publica la lista de los ejecutivos mejor pagados. En 2012, la encabeza John Hammergren, responsable de McKesson, la firma de servicios hospitalarios y farmacéuticos. Hammergren se embolsó 131 millones de dólares en 2012. El segundo fue Ralph Lauren, accionista mayoritario de la empresa que lleva su nombre. Lauren se quedó a la mitad del primero: 66,65 millones. El tercero fue Kinder Morgan, con 61 millones. Morgan es un importante accionista de la firma petrolera Kinder Morgan. Como ahora no es tiempo de banqueros, quizás por eso el primero aparece en el duodécimo lugar. Se trata de James Dimon, presidente de JPMorgan Chase, que sólo obtuvo 42 millones.
En España, según indicó algún medio de comunicación, el primero es el presidente de Inditex, Pablo Isla. A falta de datos de 2012, la información de 2011 era que Isla había conseguido 17,98 millones de euros. Le seguía el consejero delegado del banco Santander, Alfredo Sáenz, con algo más de 12 millones, y luego Antonio Brufau, presidente de Repsol, con 10,48. El presidente de Telefónica, César Alierta, también superaba por poco los 10 millones. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, se quedaba en puertas de los 10 millones.
Respecto de los ingresos de la clase política, las cifras caen drásticamente si se comparan con las de actores y ejecutivos. En Estados Unidos, el presidente, Barack Obama, tiene un salario de 400.000 dólares. El vicepresidente, 231.900 dólares. Los senadores y miembros del Congreso no llegan a los 200.000 dólares -exactamente, 174.000-, aunque el Speaker of the House tiene asignados 223.500 dólares.
En España somos mucho más parcos. Los diputados y senadores tendrán en 2013 el mismo sueldo que el año precedente. Es decir, 2.813 euros brutos mensuales, que por catorce pagas no alcanza los 40.000 euros anuales. Es verdad que los parlamentarios de fuera de la capital tienen 1.823 euros mensuales en concepto de indemnización y los de Madrid sólo 870 euros. La verdad es que no parecen grandes cantidades si se mira lo que sucede fuera y se pondera con sus importantes responsabilidades.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, no llega a los 80.000 euros anuales, muy lejos de Obama y de otros mandatarios europeos. Por ejemplo, Angela Merkel obtiene 204.000 euros y David Cameron, 177.000.
Visto desde esta perspectiva es evidente que, si se quiere hacer dinero trabajando por cuenta ajena, la empresa privada es un lugar mucho más prometedor. También, independientemente de la dura competencia que pueda existir en uno y otro lugar, dedicarse a la farándula puede ser una sugestiva opción. Y lo que, desde luego, no resulta atractivo en lo económico es la cosa pública. Dedicarse al servicio público desde la política debe tener otros atractivos, ya que los sacrificios económicos son evidentes. Tiene que ser, sin duda, una actividad vocacional: el entorno no es de los más agradables, las disputas son habituales, y la caza del hombre (y también de la mujer) es práctica cotidiana. Es un lugar que, visto desde fuera, parece poco atractivo: está mal pagado, es una actividad aparentemente muy sacrificada y se encuentra sujeto a múltiples y desagradables eventualidades en apariencia.
Desde luego, tiene que haber otras ventajas cuando se hacen tantos esfuerzos en tratar de que se vayan los que, prácticamente, acaban de llegar y pelean por resolver los enormes problemas que dejaron los anteriores que, esto es evidente, luchan enconadamente por volver. Y los que ven su llegada al poder muy lejos claman también por elecciones anticipadas. Es verdad, sin embargo, que otros, sin mucho ruido y años de trabajo oscuro, parecen que encuentran los atractivos. Al menos en lo económico. Suiza debe saber mucho de esto.
Eduardo Olier, presidente del Instituto Choiseul España.