La primera campaña de rebajas de 2013 será austera para consumidores y comerciantes pero dará paso a un nuevo concepto de consumo acorde con la demanda.
Las primeras rebajas libres acaban de comenzar. Unas rebajas marcadas por la crisis económica que vive el país, pero también por una fuerte apuesta de los comerciantes por ofrecer grandes descuentos y promociones al consumidor. No obstante, las ventas correspondientes a las rebajas de invierno suponen el 20% de la facturación anual del sector textil, por lo que se alcanzarán unas ventas en torno a 3.600 millones en este periodo.
La actitud del consumidor ha variado de forma sustancial en los últimos años, debido a la situación económica que atraviesa España. La trágica tasa de desempleo, la reducción de salarios, la supresión de las "pagas extra", la subida del IVA y otros impuestos, o simplemente, la necesidad de ahorro ante un futuro incierto, han favorecido que el factor precio se convierta en uno de los más importantes a la hora de tomar la decisión de compra. De hecho, ha aumentado el peso de los periodos de rebajas sobre las ventas totales del año (las de invierno han pasado de un 15% a un 20%, y las de verano de un 10% a un 15%), a lo que si añadimos el fuerte crecimiento que han experimentado los outlets-factory (de una cuota de mercado del 0,9% en 2001 a un 14% en 2011), hace que casi la mitad de las ventas en este último año se hayan realizado con algún tipo de rebaja o promoción.
Por otro lado, hay que destacar que para el comerciante las rebajas son un periodo para realizar liquidez, especialmente clave en estos momentos en los que no hay financiación (ni a corto plazo para circulante, ni a largo para inversiones), ya que con rebajas superiores al 50%, en cuanto se le imputan los gastos de personal, alquiler, suministros y estructura, se está perdiendo dinero, pero es la única forma de convertir el stock (afecto a la moda y por tanto caduco) en liquidez para poder afrontar los pagos.Asimismo, es relevante el hecho de que éstas son las primeras rebajas libres tras la aprobación de la Ley de Dinamización del Comercio. Muchos establecimientos ya han puesto en sus escaparates los carteles con descuentos, que no buscan sino alentar al consumidor a realizar compras. Otros, esperarán hasta el tradicional 7 de enero para iniciar sus rebajas.
Esta libertad de cada empresario textil a la hora de fijar el período y la duración de las rebajas se muestra en los resultados de la encuesta realizada por la Asociación Empresarial de Comercio Textil y Complementos (Acotex), que determina que tan sólo un 13% de los establecimientos textiles iniciarían sus rebajas en diciembre; un 20% lo haría a partir del 1 de enero, un 52% esperarían hasta el 7 de enero, y el 15% restante empezarían en función de la evolución de las ventas. Toda esta situación ha provocado que la previsión de gasto para estas rebajas de invierno haya disminuido. De esta forma, el gasto medio previsto para esta campaña será de 82 euros, lo que supone un 3,5% menos que el año pasado, una caída inferior a la de los últimos meses, muy afectados por el impacto negativo provocado por el incremento del IVA en septiembre. Por tanto, esta campaña de rebajas se convierte en un verdadero examen para el sector. Es un nuevo reto para las empresas de moda españolas que testarán el comportamiento de los consumidores y que, de aquí en adelante, tendrán la capacidad de elegir el momento en que puedan dar comienzo a sus rebajas o aplicar descuentos. Pero también lo es para los consumidores, cada vez más influenciados por el precio a la hora de realizar compras y que estiran su presupuesto al máximo buscando las mejores ofertas, descuentos y, ahora también, rebajas durante todo el año. La primera campaña de rebajas del recién estrenado 2013 será austera para consumidores y comerciantes pero dará paso a un nuevo concepto de consumo acorde con la demanda.