Firmas

Costes y beneficios del divorcio griego

Grecia se merece algo más que un matrimonio a la italiana o un divorcio a la italiana. ¿Qué tal un divorcio de la zona euro al estilo francés? Como ya argumenté recientemente, no es necesario que la salida de Grecia de la zona euro sea desordenada, siempre y cuando se negocie y financie adecuadamente.

Es cierto que Grecia y otros miembros de la zona euro que tienen problemas podrían sufrir significativos daños colaterales aunque la salida sea ordenada. Pero quienes sugieren que Grecia debería quedarse -a toda costa- en la zona euro, no acaban jamás de explicar cómo y cuándo, en dicho supuesto, Grecia podrá escapar de la mortífera espiral de implosión económica y financiera en que ahora mismo está cayendo. La recesión griega ahora es una depresión que se profundiza y el sistema financiero se encuentra en medio de una implosión dado que -tras la huida silenciosa de los depósitos interbancarios, transfronterizos y de inversores avezados- también empieza la huida de los ahorradores minoristas. Es fácil decir que los costes de la salida de Grecia serían graves, pero fíjese en cómo se recuperó el crecimiento y la balanza exterior de Islandia tras el impago de las deudas bancarias y la depreciación generalizada de su divisa.

El problema es que nadie habla seriamente del coste de mantenerse en la zona euro; es decir, de una depresión que se profundiza y la implosión financiera que desembocará en disturbios sociales y políticos generalizados. La única forma en que Grecia podría sobrevivir en este punto en la zona euro es una unión de transferencias masiva de décadas de duración, que vuelque ingentes recursos de la UE al país para mantenerlo a flote, a pesar de su pérdida a largo plazo de competitividad y crecimiento. El núcleo de la zona euro tendría que financiar durante décadas grandes déficit fiscales primarios y grandes déficit comerciales de Grecia, en lugar de exigirle -como actualmente hace con los objetivos del paquete de rescate- grandes superávit primarios y superávit comerciales. ¿Pero es que la zona euro quiere convertir a Grecia en el Mezzogiorno de la zona euro? ¿Tendría la voluntad política de crear esta unión de transferencias para Grecia? Lo más probable es que no, dado que el apetito político del núcleo de la zona euro por dicha unión de transferencias es bajísimo. Y lo que es más, ¿los orgullosos griegos estarían dispuestos a que se les sobornara para aceptar un declive a largo plazo del PIB que mantenga sus ingresos o PNB prácticamente por encima del nivel de supervivencia, mientras quedan encajados en una depresión económica con altísimas tasas de desempleo, a través de unas transferencias permanentes generalizadas de la UE? Esa unión de transferencias puede resultar políticamente inaceptable tanto para Grecia o el núcleo como para los griegos. Ningún país con dignidad aceptaría quedarse en el paro -y aceptar la amabilidad de otros- durante demasiado tiempo sin una violenta y generalizada reacción política contra dicha depresión subvencionada.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky