Días después de que la Reserva Federal anunciara que bajaba temporalmente el tipo de los préstamos en dólares a los bancos centrales, el Banco Central Europeo declara que financiará a la banca de forma ilimitada hasta un plazo de 3 años y a un tipo del 1%.
A pesar de lo buena que pueda parecer la noticia en el corto plazo, surgen dudas bastante preocupantes en el largo y medio:
- En la subasta de ayer, el BCE colocó 489.000 millones de euros en letras a 3 años, muy por encima de lo que esperaban los analistas, alrededor de 310.000 millones, lo que refleja la poca liquidez existente en el sistema y la situación desesperada de la banca, y está muy por encima de los 442.000 millones que colocó el BCE a más largo plazo en junio de 2009 en pleno epicentro de la crisis.
- Relaja la situación en el corto plazo, pero no resuelve el principal problema de solvencia de la Unión Europea.
- Se asemeja bastante a los programas de relajación cuantitativa de la Fed. Cuando un banco central está interesado en impulsar la recuperación, provee de liquidez a la banca con la esperanza de que ésta aumente los préstamos y estimule el crecimiento económico. Pero la verdad es que este sistema hasta la fecha ha hecho poco o nada por reactivar la economía americana y el crédito a las empresas. Tan sólo ha aumentado las reservas de éstos en la Fed hasta niveles históricos récord.
- ¿Qué harán los bancos españoles con ese dinero? ¿Financiar al 1% la compra de bonos españoles con rentabilidades cercanas al 4%, el famoso carry trade, como ya han hecho masivamente antes? Y si, como parece, vienen nuevas revisiones a la baja de la deuda de los Gobiernos europeos, ¿qué pasará con el capital de estos bancos, los test de estrés que tienen que pasar en 2012 y las exigencias actuales de recapitalización impuestas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés)? ¿Y el impacto de nuevo sobre la deuda española?
- El tema se complica porque éstos son los mismos bancos que están tomando prestado en dólares del Banco Central Europeo, dólares que a su vez el BCE debe a la Reserva Federal.
Las financiación a entidades insolventes, la solución al problema de la deuda con más deuda haciendo el problema más grande aún... el intento de evitar lo inevitable: una quiebra organizada y la nacionalización de parte de la banca europea. No son los mejores ingredientes para afrontar un 2012 que se presenta con animal spirits y la sombra de una nueva recesión.
Lucas Mojardín, Consejero delegado de Capital at Work.