El jueves pasado decía que el turismo podría dar un respiro a la economía en el segundo y tercer trimestre. Las noticias de esta Semana Santa apuntan en este sentido. El índice de ocupación hotelera es alto, aunque el consumo interior no haya mostrado la vitalidad que aleje definitivamente la crisis.
Sin embargo, las finanzas indican lo contrario. El diferencial de la deuda soberana española vuelve a superar los 230 puntos respecto al bono alemán. Las situaciones de Irlanda, Portugal y Grecia amenazan con contaminar a España. Mientras, el Gobierno intenta presentar una cara optimista. La vicepresidenta Salgado acusa a su homólogo alemán, Schäuble, de imprudente por sus declaraciones sobre la posible reestructuración de la deuda griega; sin reconocer la situación del sector financiero español, en particular de las cajas de ahorros; y sin entonar, junto con el Banco de España el mea culpa, lamento apropiado en una semana penitencial.
Mientras, se acercan las elecciones autonómicas y locales con la incógnita del déficit real de estas administraciones: el Instituto Hudson de Washington duda que el Gobierno logre ahormar las cuentas de las comunidades autónomas. Cualquiera que dé una vuelta por España oirá las lamentaciones de los proveedores de estas administraciones. Más de uno se ha puesto el capirote para rezar a su imagen preferida pidiéndole que paguen.
El optimismo se ha esfumado bajo el palio del cuento chino que La Moncloa ofreció a los españoles desde Oriente. Semana de Pasión, la llaman también; de pasión para todo el Gobierno, menos para los ministros-candidatos. Ministros que han decidido ocultar su responsabilidad con el capuchón de las primarias y el ataque a la oposición. Desde La Gomera, donde descansa Merkel, vienen las saetas que acompañan el sufrimiento de la Santa Cofradía de la deuda soberana. Pero ellos se han ido de la procesión y van directos a la Feria de Abril en Sevilla; sin darse cuenta que allí les espera el Santo Paso de los ERE fraudulentos. Tambores incluidos.
J.R. Pin Arboledas es profesor del IESE, Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública.
