
Hoy me he levantado con ganas de hablar de lo que tan frugalmente se comenta para mejorar nuestra competitividad. Eso es así, debido a que al adueñarse de estos términos genéricos que se van poniendo de moda por parte de las diferentes compañías fabricantes de soluciones digitales, lo usuarios piensan que el concepto 'Transformación Digital' es sinónimo de acopiar equipos, así como soluciones de software. Es lo mismo que me pasaba cuando alguien me hablaba de 'Innovación' o de 'Smart' como conceptos genéricos y en boca de todos, aunque, casi nadie sabía cómo aplicarlo a su empresa o a su proyecto. Pero todos le poníamos el calificativo de 'innovador' o de 'inteligente'.
La misma pandemia ha permitido dar pequeños pasos en los procesos de digitalización que son más una anécdota que una tendencia. Los restaurantes han eliminado sus cartas que quedan prohibidas como medida de prevención. Lo normal hubiera sido que se mostraran escrito con tiza sus grandes productos en pizarras en la pared o que se pudieran ser llevados por los camareros a las mesas… en lugar de ello, han incorporado un código QR pegado en las mesas donde permite descargar la carta en tu teléfono!!. Bueno, un primer buen paso.
Debido a la confusión existente en las empresas sobre la Transformación Digital, esta semana mantuvimos un agradable debate sobre lo que es o deja de ser. Para ello, la Cámara de Comercio de España en Chile (CAMACOES), mediante su Comité de Innovación y Tecnología (que tengo el honor de presidir) organizó un webinar con tres grandes ponentes para que explicaran lo que es realmente este tema tan mediático, pero tan desconocido. Tanto Indra como Seidor como The Valley congregaron amás de 150 personas y expusieron, de forma espectacular, sus puntos de vista con un hilo común: Hace falta medir dónde estamos y dónde queremos llegar; hay que aplicar metodología de cambio en la cultura empresarial, en las personas y en el negocio; y debe llevarse desde una línea estratégica.
Llevamos más de 25 años hablando de digitalización de las empresas justo cuando explotó la burbuja de las 'puntocom'. De ahí hemos pasado a un mercado liberalizado en el ámbito de telecomunicaciones y a sucesivos cambios en la parte de sistemas de información que ha imposibilitado que las empresas puedan seguir ese ritmo vertiginoso y endiablado. Las dos crisis mundiales del siglo XXI (2008 y 2020) nos han enseñado o, mejor dicho, nos están enseñando, que la globalización afecta a todo y a todos incluso a la salud. En estos momentos, muchas empresas que no apostaron por la transformación digital y por la internacionalización lo están pasando muy mal y, muchas de ellas, están en estado de 'coma profundo' empresarial con diagnóstico complicado.
Por otra parte, hemos visto como los gobiernos subsidian a las empresas mediante aportes directos, créditos blandos o avales bancarios … pero, dichos recursos, son 'pan para hoy y hambre para mañana'. Siempre me he preguntado si permitirá a las empresas salir fortalecidas o requerirían unos planes mucho más agresivos que les permita transformarse para salir de la crisis siendo más competitivos. Y no hablo de 'comprar' tecnología, si no de aplicarla con un objetivo claro de transformación de su modelo de negocio. Para ello, es muy importante tener en cuenta que hay que sincronizar tres tipos de transformaciones: La transformación del negocio, transformación digital y transformación cultural. La 'transformación' tiene que ser decidida e integral, incluyendo el cambio radical de la cultura de las compañías y lo debemos hacer mediante un análisis de nuestro punto de partida, así como una estrategia para conseguir el objetivo. Por ello, mi propuesta es firme: hay que crear Centros de Transformación Digital de las PYMES para apoyarlas (mediante análisis y metodologías maduras) que permita conseguir comprender la profundidad del tema así como adoptar los cambios que les permitan su transformación. Una metodología sólida y unificada para resolver de forma personalizada sus retos de transformación con ayudas público/privadas podrían vislumbrar el fin de la crisis sanitaria con resortes muy fuertes de competitividad.
Por ello, no sólo debemos hablar de 'digitalización' de las empresas entendiéndolo como 'comprar programas y equipos', que ya pasó a la historia. Ahora, hay que pensar en la propuesta de valor teniendo en cuenta los nuevos modelos de negocio que queremos ofrecer al mercado (persona y empresa conectada, ecosistema en red y la información como un negocio) por lo que nos exigirá cambiar las relaciones con nuestros clientes mejorando la eficiencia de las operaciones disminuyendo los riesgos asociados a todo este nuevo paradigma. Debemos realizarlo mediante metodologías de 360º que permita atender las tres transformaciones de forma síncrona con una gestión del cambio adecuada para no excluir a nadie de ella.
Me he encontrado en algunos Grupos y Comisiones de Trabajo que han querido hacer una encuesta del estado de Transformación Digital de las empresas de su gremio o de su asociación. Muchas de las encuestas, todavía, preguntan por temas anticuados como son los temas de número de ordenadores, sistemas que se tienen, etc… en lugar de analizar si tiene una estrategia completa y organizacional para que su digitalización madure en coordinación con el negocio y con la cultura empresarial. Por ello, es muy importante que todos hagamos el esfuerzo de realizar un análisis de madurez digital y que, con sus conclusiones, podamos proponer un camino que debemos recorrer de forma consciente y animada. El camino, muchas veces no será fácil: hay baches, piedras, subidas, etc. Pero, cuando lleguemos a la primera meta, seguro que nos daremos cuenta de que ha merecido la pena ya que estaremos mejor preparados y podremos seguir el camino, para conseguir la siguiente y la siguiente meta.
"La persona que lleva la transformación digital debe estar involucrada en la estrategia y no sólo en la operativa"
La Transformación Digital cada vez está en más frecuentemente en boca de los CEOs (Chief Executive Office) de las empresas. Ellos creen, cada vez más en que, sin transformación, no serán competitivos y sus resultados, no llegarán. Personalmente me encanta observar los organigramas de las compañías y analizar los Comités de Dirección. Normalmente, este tema se le encarga a los CIOs (Chief Information Office) pero no suelen formar parte del Comité de Dirección. Por ello, la persona que lleva la transformación digital debe estar involucrada en la estrategia y no sólo en la operativa; debe adelantarse a las necesidades de la compañía para no perder competitividad y prevenir vulnerabilidades. Desde aquí, animo a las Administraciones y a las Empresas a creerse realmente la necesidad de la transformación digital mediante Centros Especializados que ayuden a las empresas pequeñas y medianas y a dotarse de Directores de Transformación Digital que adopten un rol estratégico que demanda la planificación de transformación.
Para acabar recordar que, la Transformación Digital no es incorporar tecnología por tecnología. Es mucho más ya que es un proceso integral de cambio en la compañía que tiene como objetivos la innovación, la competitividad en el nuevo entorno de mercado y la eficiencia en la gestión; que afecta a todas las áreas organizativas.
Debemos aprovechar este momento para ayudar a las empresas a transformarse y a saber incorporar la digitalización a su entorno empresarial. Hagámoslo teniendo en cuenta los análisis de situación, la hoja de ruta y los cambios continuos del entorno. Este tema nos afecta a todos: desde el sistema de educación y salud, resto de administraciones, las pymes, la industria, los supermercados, el turismo, etc.
¡Si crees que necesitas transformarte, no lo pienses más y ponte en acción! Pero, eso sí, no compres tecnología hasta que no sepas para qué y cómo la vas a utilizar.
Ferran Amago es director Ejecutivo Leitat Chile. Experto en Telecomunicaciones y su Regulación y Estandarización. Presidente de la Comisión de Innovación y Tecnología de CAMACOES. Miembro de la Junta de AIPET.