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Por qué es importante lavar los frutos secos (y no deberías saltarte este paso): se activan las enzimas y mejora su digestión

Fuente: Istock

Aunque es cierto que es importante tener en cuenta un par de factores, como su alto contenido en grasas, los frutos secos nos ofrecen muchos más beneficios que inconvenientes, de forma que se alzan como el tentempié ideal para disfrutar entre horas. En resumidas cuentas, se caracterizan por ser una excelente fuente de nutrientes esenciales, aportan un elevado contenido en proteínas, antioxidantes, fibra y buenas vitaminas. Es por ello que, no le extraña a nadie que desde la OMS los incluyan en cualquier dieta.

Ahora bien, pese a que los nutricionistas recomienden que lo mejor es ingerir un puñado al día, hay quienes experimentan sufrir una mala digestión a posteriori. ¿El motivo? Aunque los frutos secos son una opción saludable, pueden tener restos de suciedad, polvo y pesticidas, sobre todo si los compramos sin cáscara. Es por ello que, Cris Segura, nutricionista, recomienda lavar los frutos secos.

Por qué hay que lavar los frutos secos

"Seguramente no lo hayas hecho nunca, pero desde hoy comiences a hacerlo", estas son las palabras con las que comienza la publicación Segura y es que, pese a estar todos más que acostumbrados a comer frutos secos, en realidad pocas personas saben cuáles son los beneficios de lavarlos. La nutricionista continúa explicando que uno de los motivos por el que no a todo el mundo les sienta bien: "Aunque parezcan limpios, pueden tener pesticidas, polvo de almacenamiento, manipulación".

Dicho esto, se entiende que no esté de más lavarlos antes de consumirlos, pero lo cierto es que las razones van más allá. Muchos de ellos también contienen fitatos y oxalatos que dificultan la absorción de minerales como el hierro, calcio o el magnesio. "Al lavarlos o aún mejor, al dejarlos en remojo, ayudan a reducir estos compuestos 'antinutrientes'", explica.

Además, esto de los beneficios es que se activan las enzimas de los frutos secos. La nutricionista añade que al lavarlos, es como se si despertara a la semilla, de forma que se activan esos procesos enzimáticos que los hacen más fáciles de digerir.

Cómo limpiar los frutos secos

Como bien explica Cris Segura, lavar los frutos secos es un proceso de lo más sencillo, de forma que no te llevará mucho tiempo. Para ello, en primer lugar, la nutricionista recomienda enjuagarlos bien en un recipiente con agua fría. De forma opcional, se pueden dejar en remojo con agua filtrada entre 6 y 12 horas, aunque no es un paso estrictamente necesario.

Sea como sea, después es importante escurrirlos y secarlos correctamente para que no absorban el agua. Como paso final, se pueden tostar o secar en el horno a baja temperatura, 150ºC durante unos 15-20 minutos.

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