
Después de casi tres décadas en pantalla, la historia televisiva de Carrie Bradshaw ha llegado a su fin… y lo ha hecho de la manera más inesperada. El episodio final de la tercera temporada de And Just Like That y cierre definitivo Sexo en Nueva York, del universo Sex and the City, sorprendió a los espectadores con una escena insólita: un plano explícito de un inodoro atascado con excrementos. Un recurso visual que, lejos de ser una metáfora elegante, fue literal y ha generado un intenso debate sobre el rumbo de la serie y la manera en que se ha despedido a uno de los personajes más icónicos de la televisión.

Un cierre que no convence a todos: ¡atención, spoiler!
El capítulo, titulado Party of One y disponible en HBO Max, comienza con Carrie cenando sola en un restaurante de estética futurista. La situación, ya de por sí incómoda, se agrava cuando el personal del local coloca una muñeca frente a ella, gesto que la protagonista interpreta como un intento de "avergonzarla" por comer sin compañía. En una conversación posterior con sus inseparables amigas Charlotte y Miranda, Carrie reflexiona sobre cómo, tanto en el pasado como en el futuro, la sociedad sigue viendo como "trágico" que una mujer esté sola. La charla está marcada por las referencias a la novela que Carrie está escribiendo, ambientada en el siglo XIX, y cuyo final —una protagonista sin pareja— no convencía a su editora. En episodios previos, la presión editorial la llevó a añadir un epílogo en el que insinuaba que la heroína conocería a un "apuesto viudo" en el futuro.


En este último capítulo, Carrie admite ante Charlotte que quizá pase el resto de su vida sola. Recuerda cómo, tras la muerte de Big en el episodio inaugural de la serie, siempre mantuvo en su mente la posibilidad de reencontrarse con Aidan, su otro gran amor de la saga. De hecho, en la tercera temporada ambos retoman su relación, aunque termina rompiéndose. Posteriormente, la escritora vive un breve romance con su vecino Duncan, que también concluye cuando él se marcha de Nueva York por trabajo. Carrie cree que debe dejar de esperar que un hombre aparezca para "completar" su vida y aceptar que estar sola no es una tragedia, sino una realidad que puede abrazar.

La cena incómoda y… el inodoro
La velada avanza y, por una serie de circunstancias, tanto Charlotte como Miranda abandonan a Carrie para atender asuntos personales. La protagonista queda atrapada en una cena con Brady —el hijo de Miranda—, tres de sus amigos y un invitado que Charlotte intenta presentarle como posible cita. Lo que podría haber sido un momento de conexión se convierte en una situación incómoda y forzada. La extraña reunión alcanza un punto surrealista cuando uno de los jóvenes invitados atasca el baño. Poco después, otro personaje entra y provoca que el inodoro rebose, momento en el que la cámara muestra, sin ambigüedades, el contenido del retrete. Una imagen que muchos espectadores han interpretado como una metáfora involuntaria del estado creativo de la serie. Tras el incidente, Carrie regresa a su apartamento, pone a sonar You're The First, The Last, My Everything de Barry White y se sienta frente a su ordenador. Allí toma una decisión simbólica: borrar el epílogo que sugería que su protagonista acabaría emparejada. En su lugar, escribe la frase: "La mujer se dio cuenta de que no estaba sola: estaba consigo misma". Con esa afirmación, la escritora parece reconciliarse con su soledad. La secuencia final la muestra sonriendo y bailando por su casa, hasta que la serie se despide definitivamente con el tema principal de Sex and the City.


De la comedia romántica a la controversia
La saga de Sexo en Nueva York, Sex and the City, nació en 1998 como un retrato fresco y desenfadado de cuatro mujeres neoyorquinas (Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha) y sus vivencias sentimentales y profesionales. La serie original concluyó en 2004, seguida de dos películas en 2008 y 2010. And Just Like That retomó la historia en 2021, con las protagonistas ya en la cincuentena, pero sin Samantha (Kim Cattrall), salvo por un cameo fugaz. Desde su estreno, el spin-off ha generado polémicas: desde la decisión de matar a Big en el primer episodio hasta la recepción negativa de personajes nuevos, como Che Díaz, acusados por algunos críticos de ser caricaturas mal construidas.

Una decisión creativa que divide opiniones
El anuncio del final llegó el pasado 1 de agosto, cuando Sarah Jessica Parker comunicó que la tercera temporada sería la última. El showrunner, Michael Patrick King, explicó que al escribir el episodio final sintió que era "un buen momento para detenerse" y que decidieron no anunciarlo antes para no empañar la experiencia de la temporada. Sin embargo, para una parte de la audiencia, el último capítulo no estuvo a la altura de un personaje tan emblemático. Muchos lamentan que una historia que comenzó como una celebración de la amistad y la independencia femenina termine con un tono que perciben como triste y poco inspirador. La inclusión del plano del inodoro ha sido especialmente criticada, al considerarse innecesaria y de mal gusto.

Carrie Bradshaw, el personaje principal de "Sex and the City", es en realidad un personaje ficticio creado por la escritora Candace Bushnell. Bushnell basó el personaje en sus propias experiencias y en las de sus amigas, escribiendo sobre sus vidas amorosas y sociales en Nueva York en una columna titulada "Sex and the City" en The New York Observer. La columna se convirtió en un libro y luego en serie de televisión.
