Evasión

Tu calabacín se mantendrá fresco y sin malos olores durante más tiempo si lo guardas en este lugar de casa

Fuente: Istock

Acudes al supermercado y seleccionas los que crees que son los mejores calabacines. No obstante, después de unos días en casa, observas que ya han comenzado a ponerse malos, mucho antes de lo que debería ser, y no entiendes cuál ha sido el problema. Te adelantamos que lo más seguro es que los hayas almacenado mal. Esta verdura, debido a su piel fina y su gran cantidad de agua, hace que no sea la mejor para aguantar durante un largo periodo de tiempo en nuestra cocina.

Ahora bien, esto no quiere decir que se trate de una misión imposible. Existe un método muy sencillo de poner en práctica con el que sacar el máximo partido a tus calabacines y conseguir que se mantengan frescos durante más tiempo.

Cómo conservar correctamente el calabacín

Por supuesto, elegir los mejores calabacines a la hora de hacer la compra es un paso importante, ya que nos aseguraremos que su vida útil será más larga. Ante ello, deberemos fijarnos en su piel, firme, lisa y tersa, sin rastros de magulladuras, a ser posible. Además, hay que vigilar que no tenga ninguna zona con sequedades, rastros de moho o partes blandas, ya que todos ellos son signos que nos indican que ya ha pasado un tiempo desde que fueron cosechados.

Dicho esto, los calabacines hay que guardarlos en la nevera, sobre todo durante la época de verano, para evitar que se echen a perder antes de tiempo. Ahora bien, un error que se suele cometer y que no beneficia nada al calabacín es el hecho de lavarlos antes de guardarlos. Este gesto se debe evitar, salvo que tengan rastros de tierra o polvo. Lo mejor es usar un papel de cocina o un paño ligeramente húmedo para quitar la suciedad de la superficie.

Calabacín en la nevera
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Por lo general, lo normal es que a los siete días el calabacín comience a perder firmeza. Esto se debe a su elevada composición en agua. Los expertos recomiendan colocar esta verdura en el cajón destinado para ello, a poder ser con una almohadilla debajo, para evitar que se formen humedades.

Además, es más que recomendable evitar colocar otros alimentos sobre ellos, ya que acelerarán su deterioro, así como guardarlos con verduras o frutas como las manzanas, aguacates, mangos o tomates.

Otros métodos útiles

No obstante, existen otros métodos sencillos también para guardar nuestros calabacines en casa. Por ejemplo, si contamos con una alacena o despensa cuya temperatura sea inferior a la del resto de la casa, podremos guardar los calabacines sin necesidad de refrigerarlos. Se trata de una opción estupenda siempre y cuando se vayan a consumir próximamente.

Calabacín cortado
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Ahora bien, si eres de los que buscan adelantar trabajo a la hora de cocinar y te gusta guardar las verduras ya cortadas en la nevera, te gustará saber que el calabacín también admite esta técnica. Lo único que deberás tener en cuenta es que, según el corte por el que te decantes, en rodajas, en tiras, en láminas o en cubitos, durarán más o menos tiempo. Ante ello, la mejor opción es en rodajas, ya que evita que suelten tanta agua y se conservan mejor.

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