
El mejor aliado para el verano es un destino de costa, de eso no hay duda, pero no es el único que ayuda a escapar del sofocante calor y las grandes aglomeraciones. Hay un destino que no forma parte del litoral de España, pero que cuenta con zonas tanto de montaña como de baño. Estamos hablando del encantador Campdevànol, un pueblecito en cataluña con muchas opciones para el baño.
Un destino enclavado en el Pirineo catalán
Puede que no sea el primer lugar que se viene a la mente cuando se piensa en un destino de vacaciones, pero este rincón en la comarca de Ripollés cuenta con siete pozas naturales perfectas para hacer una ruta, ir de escapada familiar, con amigos o con pareja.
Antes de dirigirse a la zona de aguas cristalinas es recomendable dar un paseo por el pueblo para admirar las iglesias y ermitas románicas que hay por los alrededores: una ruta auténtica que te maravillará.
La primera es la parroquia de Sant Cristòl, un templo del siglo XIX que nombraba antiguamente al pueblo, si se continúa avanzando entre naturaleza se llegará a la Iglesia de Sant Llorenç, que conserva su templo del siglo XI. Más allá de estas se pueden encontrar otras como Sant Pere d'Aüira o Sant Quintí.

Lo que interesa
Este pueblo con poco más de 3.000 habitantes tiene su encanto, pero lo que interesa son las siete piscinas naturales que lo "rodean" haciendo casi una especie de ruta circular de aproximadamente 9 kilómetros.
Todas ellas son opciones perfectas, pero para aquellas personas que no quieren lidiar con mucha gente y prefieren la tranquilidad es mejor evitar la de Gorg de la Cabana. El punto de partida es el aparcamiento de Font del Querol, a unos tres kilómetros del pueblo junto al camping Pirinenc. Tiene un precio de 10 euros por vehículo, aunque se puede aparcar en el polígono industrial cercano de manera gratuita (pero hay que andar 1 km).
Antes de emprender el recorrido es necesario hacer una reserva previa y abonar una ecotasa de unos 6 euros, aunque conviene consultar la web del Ayuntamiento.
La ruta de las 7 piscinas
Una vez abonada la tasa se recibe una pulsera simbólica y ya estás listo para iniciar el recorrido bien señalizado:
- Gorg de la Cabana
- Gorg de la Tosca
- Gorg de l'Olla
- Gorg de la Bauma
- Gorg del Forat
- Gorg del Petit Colomer
- Gorg del Gran Colomer (el más alto, con chiringuito cercano)

Hay que tener en cuenta que buena parte del camino es estrecho y resbaladizo. Aunque cuenta con cuerdas de sujección, es importante llevar calzado adecuado. Al llegar a la última se puede o bien regresar por el mismo camino o tomar una pista forestal que cierra el círculo.
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