
Quien diga lo contrario miente, pues el salmorejo es una de las recetas estrellas del verano año tras año. Los motivos no son otros que su versatilidad y que se presenta como una opción ligera, fresquita y saludable ideal para hacer frente al calor sofocante típico de la estación. Personalmente lo prefiero frente al gazpacho, prácticamente un primo hermano, ya que el salmorejo sí podría considerarse un plato, más que una bebida como el otro.
Ahora bien, sea cual sea tu preferencia, aunque es cierto que no solemos darle importancia al hecho de sus ingredientes, pues a priori ninguno de ellos presenta una amenaza, si se va a convertir en una comida o cena habitual, entonces es mejor hacer un reajuste.
Más proteico y sin pan
Aunque es poca cantidad no es algo malo, sí que debemos tener en cuenta que el pan suma una mayor cantidad de hidratos al salmorejo. Conseguir rebajarlos y además aportarle un toque extra de proteínas es de lo más sencillo: tan solo hay que sustituir el pan por un par de huevos duros. Así lo muestra el Chef Bosquet en su receta de salmorejo proteico.
Y aunque este cambio pueda parecer que va a arruinar la textura típica del salmorejo, no es para nada así, ya que su consistencia sigue siendo espesa. Con un par de ingredientes más y en pocos minutos, puedes conseguir en tu casa una alternativa mucho más interesante nutricionalmente hablando y saciante.
El paso a paso
Ingredientes:
- 1 kg de tomates sin el pedúnculo
- 2 dientes de ajo
- 3 huevos
- Un chorrito de AOVE
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- Retira el pedúnculo de los tomates.
- En una olla, agrega agua y cuece tres huevos.
- Ahora, en el vaso de una batidora, agrega los tomates, dos dientes de ajo, los huevos cocidos. Echa también un chorrito de AOVE y salpimienta al gusto.
- Tritura todo y deja enfriar.
- Si lo quieres más fresquito o más ligero, puedes añadir también un par de hielos