Evasión

Las veladas de verano más refrescantes en esta coqueta terraza de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona

Restaurante Dos Cucharas. María Algara Photography

El restaurante Dos Cucharas es compartir. Inspirado en ese deseo que tantos hacemos cuando llegamos a los postres, irresistibles, y lanzamos aquello de "con dos cucharas, por favor". Como homenaje a la buena comida, a las veladas eternas con amigos, Marcos Pujadas abrió este restaurante en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Un coqueto local junto al monumental Monasterio Sant Cugat, con una terraza fresca, íntima y elegante. Preguntamos al chef y empresario por las novedades que encontraremos esta temporada estival.

"Hacemos una cocina honesta pensada para disfrutar. Partimos del respeto absoluto al producto y a los sabores de siempre, pero los reinterpretamos con una mirada actual. Nuestra cocina no busca impresionar, sino emocionar que sorprenda sin necesidad de artificios", me dice Marcos Pujadas, que desliza cómo interpreta sus platos y que transmite a través de los sabores: "Busco transmitir cercanía, alegría y verdad", comienza. "Me interesa que cada plato tenga algo de reconocible, pero que sorprenda, que despierte recuerdos o bien genere alguno nuevo. Cocino desde la emoción, no desde una técnica vacía. Quiero que quien pruebe un plato en Dos Cucharas sienta que está cuidado, que hay una intención detrás. Que el cliente disfrute, se relaje, sonría y que se le quede en la memoria no solo el sabor, sino el momento", subraya el chef, que trabaja y comparte su pasión por los fogones, con su mujer, Patricia Cobas.

¿Y qué novedad en carta encontraremos este verano? "Ensalada de tomates diferentes, melocotón de viña, higos y stracciatella, fresca llena de matices, con frutas de temporada y la untuosidad de la stracciatella de búfala, que coronamos con un aceite de clorofila y unos brotes de albahaca", me avanza el cocinero.

Coca hojaldre con puerro asado, tartar de cigala y su jugo
Guisantes del Maresme con butifarra blanca y negra

En carta, además, encontramos la ensaladilla rusa con ventresca y un sutil toque de trufa, la espuma de patata con huevo a baja temperatura, foie y trufa, un plato cálido, untuoso y lleno de matices, el canelón de pularda, relleno de carne melosa y cubierto con una salsa de foie y jugo de asado de pollo; el tartar de solomillo, elaborado de forma tradicional, cortado a cuchillo y servido con foie gras rallado por encima, con la opción de presentarlo sobre un tuétano braseado. También, guisantes del Maresme con butifarra blanca y negra y coca hojaldre con puerro asado, tartar de cigala y su jugo. A todas estas propuestas se suman los pescados de lonja, que llegan frescos cada mañana. ¿Y de postre? La torrija caramelizada de pan brioche casero y el soufflé de naranja con Grand Marnier. Platos de tradición, elaborados con técnica y cariño.

Formado en la Escuela de Hostelería Hofmann, donde también realizó el curso de pastelería, Marcos Pujadas pasó por las cocinas de Cinc Sentits o Ca l'Isidre, en Barcelona. De espíritu autodidacta e inquieto, Marcos ha bebido de las fuentes inspiradoras de Juan Mari Arzak, Martín Berasategui y Marc Gascons, por los que profesa gran admiración. Dos Cucharas está en Via Augusta, 201, Barcelona.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky