
La llegada del verano significa muchas cosas, para algunos es la época favorita del año, y en gran parte influye porque es cuando solemos disfrutar de las vacaciones. La playa y la piscina también juegan un papel fundamental en este factor. Ahora bien, aunque a priori todo puede parecer idílico y maravilloso, el verano también es sinónimo de otras cuestiones no tan agradables, como las altísimas temperaturas a las que ya estamos acostumbrados, o la presencia de mosquitos y otros insectos.
Centrándonos en la cuestión del calor, es cierto que hay muchas maneras de sobrellevarlo mejor. Si eres de los afortunados que cuentan con una piscina propia, la cosa suele cambiar bastante. Y si a ello le sumas que cuentas con uno o varios aires acondicionados en casa, pues mucho mejor. No obstante, esta solución no es la más cómoda para todos, ya que la factura de la luz aumenta considerablemente con su uso.
Por lo general, todo el mundo cuenta con un ventilador en casa, una alternativa mucho más económica. El problema es que no siempre es suficiente, sobre todo cuando el calor aprieta con fuerza. De esto es consciente Leonardo Roge, arquitecto y creador de contenido, que ha querido compartir diferentes formas con las que poder estar fresquitos en casa y sacarle el máximo partido al ventilador.

Tres alternativas para un verano fresquito
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el ventilador, por lo general, únicamente mueve el aire que ya está en la estancia, por lo que si es caliente, tampoco va a refrescar mucho. Para ello, lo que debemos hacer es bajar esa temperatura. ¿Cómo? El experto ha compartido tres alternativas con las que poder refrescar nuestra casa.
- Rocía agua en la habitación: Gracias a ello, lo que conseguimos en bajar la temperatura del ambiente, pues al evaporarse el agua, enfriará ese aire y lo moverá.
- El truco de la toalla mojada: De igual forma funciona este truco. Para ello, únicamente tenemos que colocar una toalla mojada detrás del ventilador.
- Ventilador y una ventana: Otra opción, sería aprovechar el aire fresquito que llega por la noche. Para ello, lo mejor es tener la ventana abierta y colocar ahí delante el ventilador. De esta manera, succionará el aire fresco de la calle y lo meterá a la habitación.