Evasión

Boticaria García, nutricionista, explica la diferencia entre los tipos de vinagre: "¿Cuál es mejor para la cocina y la salud?"

Fuente: Boticaria García | Montaje

Aunque no se sabe con certeza en qué momento se volvió un imprescindible, a día de hoy es posible encontrar vinagre en prácticamente todas las cocinas del país. Este condimento líquido se obtiene a partir de la fermentación que transforma al alcohol de un vino en ácido acético. Sea como sea el proceso, lo que a todo el mundo nos queda claro es que gracias a él es posible añadir un toque extra de sabor a nuestras ensaladas y demás recetas.

En la actualidad, es posible encontrar una larga lista de tipos de vinagre: de manzana, de vino blanco, balsámico, de fresa, de arroz, de Jerez... ¿Y cómo sabemos cuál es el que debemos elegir? Marián García, más conocida como Boticaria García resuelve la duda.

¿De manzana o de vino blanco?

Con más de 792.000 seguidores y una larga trayectoria en televisión, la farmacéutica, nutricionista y óptico-optometrista ha querido aclarar las dudas que pueden surgir a la hora de decantarse por un tipo de vinagre u otro. ¿De manzana o de vino blanco? ¿Cuál es mejor para cocinar? ¿Cuál tiene más beneficios para la salud?

Lo cierto es que estos dos son los más comunes, junto con el vinagre balsámico, en la cocina. Ahora bien, centrándonos en estos dos, ¿dónde esta la diferencia? Pues bien, como explica Boticaria, más allá de su origen, podemos encontrar otros aspectos donde difieren: "El vinagre de manzana tiene compuestos aromáticos, un sabor más dulce, mientras que el de vino blanco es más neutro y punzante", afirma.

Lo que nos queda claro es que, a la hora de cocinar, la elección dependerá de la receta o del plato que se quiera preparar. Por ejemplo, el de manzana "es la alegría de las hojas verdes", mientras que el blanco es un "buen comodín", pues es muy versátil.

¿Y en cuanto a la salud?

Si lo que queremos es centrarnos en sus beneficios para la salud, lo primero que debemos tener en cuenta es su composición. "Los famosos potenciales efectos del vinagre, por ejemplo, como antimicrobiano, regulador de los lípidos o como regulador de los picos de glucosa, son modestos", explica la nutricionista.

En ambos vinagres, la concentración de ácido acético, el verdadero protagonista, es muy parecida, "entorno al 5 o 6%, así que no habría mucha diferencia". Boticaria concluye el vídeo: "¿Mi consejo? Ten los dos en la despensa y elige, más que por salud, según la receta".

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