
En España hay artistas que han dejado su huella imborrable en la historia y el arquitecto Antonio Gaudí es uno de los mejores ejemplos. Sus obras de la arquitectura española se han convertido en lugares de interés para personas de todas partes.
De hecho, en Guadalajara hay un pequeño pueblo sorprende a todos con una construcción que toma influencia directa del Capricho de Gaudí en Comillas, edificación que ahora celebra sus 140 años.
Es raro encontrar fuera de Cataluña una obra del arquitecto, pero en Rillo de Gallo, un pequeño pueblo con apenas unos 41 habitantes, hay una construcción que bien podría pertenecer al universo artístico de Gaudí con modernismo, color y formas orgánicas.
Rillo de Gallo es un pueblo con mucha historia
Se encuentra en la comarca del Señorío de Molina, una de las zonas más despobladas de España, pero, a pesar de esto, no son pocas las historias que se tiene de este pueblo de Guadalajara.
En 1896 un campesino encontró la primera huella de dinosaurio en España. El campesino, que denominó a este hallazgo como "la pata de un bicho", se la regaló a Luis Díaz Milian, diputado por Molina y residente en Madrid.
Este la conservó durante un año, hasta que el geólogo y naturalista Salvador Calderón analizó la huella y la identificó como la de un tipo de arcosaurio prehistórico bastante desconocido: el Cheirotherium.
El Capricho Rillano
Volviendo al modernismo de esta localidad, pocos saben que en Rillo de Gallo hay un homenaje arquitectónico al estilo único de Gaudí.
En 2011 Juan Antonio Martínez Moreno, natural de Prados Redondos y casado con una vecina de Rillo de Gallo, decidió levantar un edificio de dos plantas repletas de elementos como ojos, girasoles, serpientes, esfinges... Cada rincón es una sorpresa al igual que las creaciones del propio Gaudí.
La fusión entre paisaje tradicional y lo modernista deja sin palabras a todos los que visitan la localidad, sin esperar encontrar una obra de estas características.
Cómo llegar a Rillo de Gallo
Está a dos horas en coche desde Madrid. Toma la A-2 y después continuar por la N-211. Una escapada perfecta para el fin de semana con sorpresas que no dejarán a nadie indiferente.
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