
Desconectar del bullicio de la gran ciudad y no pensar nada más que en el momento rodeado de naturaleza. En España hay lugares espectaculares, pero pocos tienen la belleza de este pequeño rincón de Teruel en el que sus casas, de tonos rojizos, se convierten en un espectáculo con las luces de las farolas durante la noche.
Estamos hablando de Albarracín, en la provincia de Teruel. Este es uno de los pueblos más cautivadores de España. En 1961 fue declarado Monumento Nacional y propuesto como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Abrazado por los meandros del río Guadalaviar, el entorno de Albarracín termina de completar la experiencia para cualquier visitante. Sus casas colgantes, las fachadas de tonos rojizos y las calles empedradas que serpentean entre murallas lo convierten en una joya arquitectónica.
El casco antiguo de Albarracín conserva su estructura islámica y medieval, con callejuelas estrechas y casas que se adaptan al terreno rocoso, con balcones de forja, aleros de madera tallada y fachadas revestidas de yeso rojizo típico de la zona. Si vienes por aquí la Plaza Mayor es uno de los lugares que no te puedes perder. Desde aquí comienzan caminos que te guiarán a lugares como la Casa de la Julianeta, el Portal del Agua o el mirador del Castillo.
Sin embargo, es su castillo y su muralla, que coronan al cerro, el punto más impresionante de todo el valle y que se pueden visitar. Más abajo se encuentra la catedral del Salvador, estilo gótico-renacentista, y junto con el Palacio Episcopal forma parte del conjunto catedralicio que domina el pueblo.
El paisaje protegido de los Pinares de Rodeno, entorno que conecta directamente con el pueblo, es un lugar ideal para hacer largas caminatas o hasta hacer escalada siempre con las debidas medidas de seguridad.
El encanto del Albarracín no termina con su arquitectura o su entorno natural, sino que tiene una oferta cultural tan activa como el Museo del Juguete y el Diocesano.
Cómo llegar a Albarracín
La ruta más habitual y directa desde Madrid te lleva a través de la autovía A-2 y la carretera nacional N-211. El trayecto tiene una duración aproximada de 3 horas y 45 minutos, dependiendo del tráfico y las condiciones meteorológicas.
Sal desde Madrid tomando la A-2 en dirección Zaragoza, y continúa hasta Alcolea del Pinar (Guadalajara). Allí, toma la salida hacia la N-211, que atraviesa localidades como Molina de Aragón y Monreal del Campo. Una vez llegues a Monreal del Campo, sigue las indicaciones hacia Teruel, y desde allí toma la carretera A-1512, que te llevará directamente a Albarracín.