La marca que ostenta con orgullo el título de ron más caro disponible en España, y lo hace no solo por su precio, sino por su concepto, es una mezcla que encierra historia, tradición, lujo y excelencia. Cada vez más consumidores buscan no solo beber, sino vivir una experiencia sensorial completa, y este tipo de destilados representan un nuevo lenguaje: el del tiempo embotellado, la paciencia recompensada y la elegancia destilada gota a gota. Un lenguaje que no se pronuncia con palabras, sino con un silencio reverente al descorchar.
En el vasto universo de los destilados, el ron ha dejado de ser esa bebida caribeña asociada a playas y cócteles tropicales para convertirse, en sus versiones más excelsas, en un objeto de culto. Y en España, donde la cultura del ron ha ganado profundidad en la última década, existe una botella que destaca por encima del resto: The Legacy by Angostura, el ron más caro que puede adquirirse —si se tiene la fortuna de encontrarlo— en el mercado nacional. Su precio ronda los 25.000 euros por botella, una cifra que lo sitúa más cerca de una joya que de un licor.
Este ron fue creado para conmemorar el 50 aniversario de la independencia de Trinidad y Tobago, y no es una bebida, sino una declaración de principios. Solo se elaboraron 20 botellas en todo el mundo, y cada una de ellas fue diseñada en colaboración con Asprey of London, los legendarios joyeros de la corona británica. La botella, hecha a mano con cristal soplado y plata esterlina, es en sí misma una obra de arte. Pero lo verdaderamente extraordinario está dentro.
The Legacy es una mezcla maestra de siete rones distintos, el más joven con 17 años de envejecimiento, y el más viejo, una reliquia de 23 años, madurados en barricas de roble americano que anteriormente contuvieron bourbon. El resultado es un líquido de textura sedosa, con una paleta aromática que despliega notas de vainilla tostada, cacao oscuro, clavo, nuez moscada, madera vieja y un dulzor meloso que remite a la caña de azúcar en su forma más pura. Cada sorbo es como una sinfonía de tiempo, tierra y saber.
A veces, alguna aparece en subastas especializadas o en catálogos exclusivos como los de Lavinia o El Corte Inglés Gourmet
En España, conseguir una botella de The Legacy es casi una quimera. A veces, alguna aparece en subastas especializadas o en catálogos exclusivos como los de Lavinia o El Corte Inglés Gourmet, pero su presencia es más rumor que certeza. Y es que este ron no está pensado para el consumo habitual. Es un símbolo de sofisticación líquida, destinado a coleccionistas, inversores del gusto o caprichosos con visión.
En el mercado internacional, otra botella que compite por el trono del ron más caro es la Harewood Rum 1780, un hallazgo arqueológico convertido en elixir. Procedente de Barbados, este ron de más de dos siglos fue encontrado en 2011 en una bodega inglesa. Su subasta alcanzó los 40.000 dólares por botella, lo que lo convierte en el más valioso jamás vendido. Pero más que un ron, es un testimonio embotellado del tiempo colonial, una cápsula líquida del siglo XVIII.
Si nos alejamos de las cifras estratosféricas y nos centramos en los rones premium disponibles con más facilidad en España, la oferta es tan variada como estimulante. Destacan etiquetas como Zacapa XO, elaborado en Guatemala a más de 2.300 metros de altitud y envejecido en un sistema de solera complejo, que combina barricas de jerez, vino y coñac. Su perfil es profundo, con notas de caramelo, frutas confitadas y especias dulces. Su precio oscila entre los 80 y 120 euros, dependiendo del punto de venta.
También se ha ganado el respeto de los entendidos el Diplomático Ambassador, una joya venezolana envejecida durante más de 12 años y terminada en barricas de Pedro Ximénez. Potente, envolvente y especiado, con un carácter elegante que lo convierte en uno de los favoritos entre los rones de alta gama, ronda los 250 euros por botella. España no se queda atrás en esta fiebre de rones selectos. Desde Granada, la destilería Ron Montero ha desarrollado ediciones limitadas como su "Ron Francisco Montero Selección", con más de 30 años de añejamiento en sus bodegas centenarias. No llega al precio de las grandes leyendas caribeñas, pero representa el potencial del ron nacional llevado a su máxima expresión.