Desde que el microondas llegó a nuestra vida, nuestra concepción a la hora de cocinar cambió, ya que a partir de ese momento se abrió un mundo de posibilidades. No es de extrañar que este aparato sea uno de los más utilizados, ya que gracias a él podemos recalentar diferentes platos de comida. Ahora bien, hay ocasiones en las que, a pesar de conseguir un plato de comida caliente, el resultado no es el que se esperaba.
Esto es lo que ocurre cuando se introduce en el microondas un plato de pasta, ya que lo único que conseguimos es que acabe seco y con una textura muy poco apetecible. Por suerte, hay solución y es más fácil de lo que creemos.
Con solo un cubito de hielo
Calentar un plato de pasta sin que se reseque por culpa del microondas es posible gracias al truco del hielo. Con este procedimiento, conseguimos que quede como recién hecha, ya que vuelve a hidratarse. Para ello, únicamente es necesario dejar un pequeño hueco en el centro e introducir en este un cubito de hielo.
No tiene ciencia mayor ciencia, lo único que ocurre es que cuando el hielo se evapora, crea humedad que posteriormente absorbe la comida. Es precisamente por ello, que hay otro paso que podemos añadir para favorecer precisamente esa evaporación. Se recomienda colocar el accesorio que cubre el plato y así, además de conseguir que la comida no salpique, el hielo de derretirá mucho más rápido.
Este truco se puede utilizar también con otros alimentos como los guisos, la pizza, el arroz o los purés.
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