El pueblo del vino perfecto para una escapada de fin de semana cerca de Madrid y disfrutar de un paisaje bajo la lluvia

Un buen plan de fin de semana no es algo que podamos dejar de lado, aunque llueva. En nuestro día a día estamos muy ocupados y cuando se nos ocurre un buen plan normalmente están pensados para un día que haga buen tiempo y no se suele meditar sobre actividades para hacer cuando llega la lluvia. Lejos de los planes de peli y manta, ir al cine o al teatro, hay algunos que son perfectos y en los días pasados por agua más aún.

La pereza no es una excusa porque apenas a media hora por la A-5 se llega a la preciosa localidad de Navalcarnero, limitando casi con Castilla-La Mancha. Lo cierto es que este lugar tiene buena parte de su fama por ser una llamada "ciudad dormitorio", pero que no te dejes engañar por esto, que tiene más de 500 años de história.

En este pintoresco pueblo, con sus calles empedradas y su plaza de Segovia, fue donde contrajo matrimonio Felipe IV con su sobrina Mariana de Austria. Esto le otorgó a Navalcarnero el título de Villa Real.

En sus muchos bares puedes disfrutar de la gastronomía local mientras contemplas el paisaje de la lluvia cayendo por su pintoresca iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o la portada de la Casa de la Cadena.

Si el tiempo comienza a clarear puedes animarte a dar un paseo hasta llegar al Jardín de Cristal de Dennis Oppenheim, una preciosa escultura en la que te puedes adentrar en el arte y la arquitectura.

Navalcarnero también es conocido por su Museo del Vino, un homenaje a la tradición vinícola que ha sido parte fundamental. Este museo ofrece un recorrido por la historia de la producción de vino en la región e incluye la posibilidad de realizar catas. La visita a alguna de las bodegas de la zona es casi obligatoria para los amantes del buen vino.