El pueblo amante de los perros perfecto para una escapada para el puente de diciembre cerca de Madrid: casas en los árboles y tejos centenarios

Más allá de la gran ciudad se encuentran lugares perfectos en los que escapar del ajetreo que domina el centro de lugares como Madrid o Barcelona. Sin embargo, para disfrutar de estas fechas, ya sea para una escapada de puente o para pasar un día tranquilo, no es necesario irse muy lejos para vivir una experiencia rodeado de naturaleza e incluso si te atreves dormir en una auténtica casa árbol.

La Sierra de Norte de Madrid tiene lugares perfectos para explorar y sumergirte en la tranquilidad de un entorno completamente natural. En esta ocasión es en Canencia, un pequeño pueblo a poco más de una hora de Madrid, donde podrás vivir tu próxima gran aventura.

Este lugar es conocido por su proximidad al Puerto de Canencia, un paso de montaña que se ha convertido en uno de los destinos favoritos para los amantes del senderismo y otras actividades al aire libre. Rodeado de bosques y montañas, Canencia es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza en estado puro.

Más allá del casco urbano del pueblo, que ha conservado su esencia de villa de montaña, se encuentra este espacio natural, a unos 1.500 metros de altitud. De aquí parten numerosas rutas para recorrer parajes espectaculares, como el famoso bosque de los Abedules de Canencia, uno de los pocos bosques de este tipo en la Comunidad de Madrid. También destacan los pinares y robledales, así como fuentes naturales como la Fuente del Hornillo.

Dormir en una casa árbol en Canencia

Muy cerca de la zona antigua del pueblo hay varios alojamientos que ofrecen casas en árboles, una experiencia única para los más pequeños. Estas cabañas, rodeadas de naturaleza, permiten dormir entre las copas y disfrutar de vistas espectaculares. Además, el complejo cuenta con actividades para toda la familia, como tirolinas y zonas de juegos, convirtiéndolo en un lugar perfecto para una escapada de fin de semana.

La historia de Canencia

Lo cierto es que no se sabe muy bien el origen de esta villa ni el motivo de su nombre, pero desde la página del Ayuntamiento comparten la teoría de que este podría venir del latín "can", que significa perro. En relación a esto han creado su propia mascota: Peluso, un perro que explica un poquito de la esencia del lugar. "En Canencia los perros somo 'famosos'. Aparecemos hasta en el escudo".

El pueblo se ha esforzado por construir su propia identidad y conseguir que los turistas se animen a visitarlos y explorar su calles, plazas y, por supuesto, su entorno privilegiado.