
La ensaladilla rusa se ha convertido en uno de los imprescindibles de la gastronomía española. Desde sus inicios en el siglo XIX, donde fue concebida como un plato con lengua de ternera y caviar que impresionara a los aristócratas rusos, hasta la actualidad, estando en todos los bares de nuestro país, la receta ha evolucionado dependiendo mucho de los productos típicos de cada localidad.
Una historia muy curiosa que tiene como protagonista al chef belga Lucien Olivier, quien empezó a popularizarla en Moscú. Sin embargo, esta primera versión, que se guardaba como un gran secreto, terminó por desaparecer tras la muerte del chef, pero son muchos los que se atreven a crear versiones muy curiosas. Es el caso de Martín Berasategui, el chef que más estrellas Michelín tiene en España.
A diferencia de mezclar el atún de la ensaladilla con los otros ingredientes sólidos, el cocinero opta por añadir el atún a la mayonesa junto con algunas anchoas y un poco de mostaza para darle una mayor cremosidad.
A parte de elaborar esta sabrosa salsa, el chef vasco añade unos trozos de jamón cocido a modo de proteína, una combinación original del mar y la tierra. Por último, Berasategui añade un toque fresco con algunas hojas de rúcula.
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