
La casa de alta costura francesa Christian Lacroix, víctima de la crisis económica, fue puesta este martes bajo administración judicial con un período de observación de seis meses, informó el abogado de la sociedad Simon Tahar.
El Tribunal de Comercio de París decidió "un período de observación de seis meses y el nombramiento de un administrador judicial", precisó el abogado.
Los propietarios estadounidenses de la emblemática firma, Simon y Léon Falic, estaban presentes en la audiencia, pero no hicieron ninguna declaración tras la misma, celebrada a puerta cerrada.
Declarada en suspensión de pagos
La casa Christian Lacroix, que tiene 125 empleados, se declaró el pasado jueves en suspensión de pagos, golpeada por "la crisis financiera mundial que afecta de manera significativa el sector del lujo".
La firma indicó que propondría al Tribunal de comercio de París "un plan de continuación" y el mantenimiento de "sus actividades durante ese período".
Una fuente cercana al dossier precisó que "la sociedad hará todo lo posible para estar presente de una manera u otra en la presentación de las próximas colecciones de alta costura a comienzos de julio en París".
El modisto Christian Lacroix creó la casa que lleva su nombre en 1987, con el apoyo del número uno mundial del lujo, LVMH, que la vendió en 2005 por sus malos resultados crónicos a la empresa familiar norteamericana Falic.
La firma recordó el jueves que en el momento de su adquisición emprendió un "plan ambicioso a largo plazo para reubicar la marca en el mercado del prêt-à-porter de lujo", pero la estrategia "sufrió de pleno, por desgracia, las consecuencias de la crisis financiera mundial, que afecta de manera significativo el sector del lujo".
El pasado año, la empresa sufrió una pérdida de 10 millones de euros, con un volumen de negocios de 30 millones. Los pedidos de la colección otoño-invierno 2009/2010, presentada en marzo, cayeron un 35%.