El partido conservador del expresidente Nicolas Sarkozy -el UMP- y sus aliados ganaron este domingo la primera ronda de elecciones departamentales en Francia, dejando sin triunfo a la extrema derecha del Frente Nacional que lidera Marie Le Pen.
El resultado es un inusual revés para Le Pen, quien tenía esperanzas de que su partido antieuropeísta y antiinmigración pudiera imponerse en la votación en la primera ronda, reforzando su objetivo de ser una candidata seria en la elección presidencial de 2017.
De acuerdo a los resultados oficiales parciales que coincidían con los sondeos a boca de urna, el UMP y sus aliados obtuvieron en conjunto alrededor del 30% de los votos nacionales, por delante del 26% del Frente Nacional. Los sondeos preelectorales mostraban a la derecha y a la extrema derecha cabeza a cabeza.
Como se proyectaba, el Partido Socialista del presidente Francois Hollande quedó en tercer lugar, con un 20% de las preferencias, lo que manifiesta su impopularidad tras no cumplir con sus promesas de reducir el desempleo, que actualmente roza el 10%.
Sarkozy descartó de inmediato cualquier alianza entre UMP y los candidatos de FN en la segunda ronda, que se llevará a cabo el domingo próximo y en la que se decidirá quién controla los "departamentos" de Francia, uno de los niveles del complejo sistema de gobiernos locales del país.
"A aquellos que votaron por Frente Nacional, entendemos sus frustraciones", dijo Sarkozy desde la sede de UMP. "Pero ese partido no va a solucionar los problemas de Francia, sólo los empeorará".
Sarkozy salió de su retiro el año pasado y quiere asegurarse un lugar en las primarias que realizará su partido el año próximo para la elección presidencial de 2017.
Le Pen pide la dimisión de Valls
Le Pen, que brega por un retorno del franco y ha celebrado la ascensión al poder del izquierdismo en Grecia, es uno de los varios líderes radicales que han surgido con fuerza en Europa tras la crisis económica del 2008-09.
Si bien los resultados del domingo significan que ya no puede sostenerse que el Frente Nacional es el partido más popular de Francia, Le Pen declaró que el resultado igual era una victoria para un partido casi totalmente ausente en los departamentos en la actualidad y un bofetón para el primer ministro de Hollande, Manuel Valls.
"Manuel Valls debe escuchar ahora el mensaje de los votantes y tener la decencia de entregar su renuncia al presidente", dijo a sus simpatizantes, aunque Hollande ya ha dicho que mantendrá en su puesto a Valls más allá de los resultados electorales.
"Valls debería presentar su dimisión al presidente de la República", pidió también Le Pen, recordando que "el Partido Socialista ha sido expulsado de más de mil cantones", según recoge el diario Le Figaro.
"El voto nacionalista es la clave para deshacerse del Partido Socialista", afirmó igualmente Le Pen, que se declaró "encantada" de haber "roto la polarización".
Además, Le Pen ha afirmado que su formación estima que puede ganar "uno o dos departamentos" en la segunda vuelta de las locales que tendrán lugar el próximo domingo.
"No había pensado ganar ningún departamento, pero ahora creo que sería una bonita sorpresa. Mirando los resultados, existe la hipótesis de que ganemos en Aisne (norte) y en Vaucluse (sureste)", dijo Le Pen en la televisión BFMTV.
Valls critica a Sarkozy
El primer ministro francés, Manuel Valls, criticó al jefe de la oposición, el conservador Nicolas Sarkozy, por no pedir el voto contra el ultraderechista Frente Nacional (FN), al tiempo que consideró la división de la izquierda como causa del mal resultado del Partido Socialista. "La posición de Sarkozy es una falta moral y política", considero Valls en la radio RTL.
La reacción del primer ministro se produce después de que el expresidente Sarkozy asegurara que su partido no respaldará al candidato socialista en las circunscripciones donde, para la segunda vuelta, afronte un rival del FN.
Valls señaló que esa postura "no soluciona ninguno de los problemas a los que está confrontada la UMP", partido que preside Sarkozy.