Especial medio ambiente

BBVA lidera la financiación sostenible en España

La última conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP23) -celebrada hace casi un año en Bonn, Alemania- puso sobre la mesa la constatación de que no es posible hacer frente a los desafíos que plantea la protección del clima y del medioambiente si no es con el acuerdo y apoyo de todos los agentes políticos, sociales y económicos y empresariales.

Precisamente, dentro del mundo empresarial, el sector financiero ha sido pionero en alertar sobre esta situación y, en consecuencia, hoy en día es uno de los más activos en materias como la prevención ambiental, la gestión de los residuos, las estrategias de sostenibilidad o los sistemas de gestión.

Desde su fundación en 1857, BBVA ha situado como eje prioritario la responsabilidad que se deriva del impacto de su actividad sobre las personas y la sociedad. Como señala el director global de Negocio Responsable de la entidad, Antonio Ballabriga, "nuestra misión en este sentido se sustenta sobre cuatro pilares: relaciones equilibradas con nuestros clientes, basadas en la transparencia, la claridad y la responsabilidad; finanzas sostenibles para combatir el cambio climático y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas; prácticas responsables con empleados, proveedores y demás grupos de interés; y, por último, inversión en la comunidad para fomentar el cambio social y crear oportunidades para todos".

De hecho, en el ámbito de la financiación sostenible, BBVA es uno de los bancos líderes a nivel mundial. Asimismo, es también una de las entidades con más experiencia en el asesoramiento de bonos verdes para sus clientes, una actividad que inició en 2007 cuando formó parte de la emisión del primer bono verde por parte del Banco Europeo de Inversiones.

Uno de los hitos de la compañía en este campo se produjo en mayo de este año, cuando emitió el bono verde de mayor importe realizado por una entidad financiera en la Eurozona -en los bonos verdes, los fondos se destinan a financiar, en parte o en su totalidad, proyectos verdes elegibles, ya sean nuevos o existentes-. La emisión de este bono verde por 1.000 millones de euros despertó un gran interés entre los inversores y, en tan sólo tres horas, el libro de órdenes superaba los 3.000 millones de euros, procediendo la mayor parte de las órdenes de inversores socialmente responsables.

Unos días antes, en concreto, el 20 de abril, BBVA firmó con la compañía energética Iberdrola un préstamo bancario verde por un importe de 400 millones de dólares -aproximadamente 345 millones de euros al cambio-, el primer préstamo corporativo verde formalizado en América Latina. En este préstamo sindicado verde participaron diez bancos y los fondos se dedicaron íntegramente a refinanciar la construcción de tres parques eólicos en México.

BBVA cerró 2017 como líder indiscutible en España del negocio de los préstamos verdes y como la entidad más activa a nivel global con un total de 12 operaciones en Europa y América Latina para clientes de diversos sectores. Por su parte, en lo que va de año, cabe destacar el reconocimiento que la entidad recibió en mayo al ser galardonada con el premio The Banker a la mejor operación de financiación verde de 2018 en América, por el proyecto de financiación firmado con la energética Terna para la construcción de una línea de transmisión en Uruguay.

De cara al futuro, BBVA se ha propuesto movilizar 100.000 millones de euros en ocho años en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera. Así se recoge en su estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible -denominada Compromiso 2025-, basada en tres pilares (financiar, gestionar e involucrar) y en línea con los ODS y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.

No obstante, ésta no es la única declaración de intenciones de la entidad, pues BBVA se compromete también a trabajar para mitigar los riesgos ambientales y sociales, minimizar así los impactos directos e indirectos potencialmente negativos e involucrar a sus grupos de interés para promover de forma colectiva una mayor contribución del sector financiero al desarrollo sostenible.

Sin embargo, las medidas tomadas en pro del medioambiente alcanzan una dimensión aún mayor en el caso de BBVA. De este modo, y como se recoge en su estrategia contra el cambio climático, la entidad bancaria se ha fijado como objetivo reducir un 68% sus emisiones directas de CO2 con respecto a 2015 y lograr que, en el año 2025, el 70% de la energía que utilice sea renovable.

Además de lo anterior, también se ha propuesto conseguir que para 2030, el cien por ciento de la energía que utilice sea renovable, un objetivo que cumple en España desde 2015. Esta apuesta de BBVA se enmarca dentro de RE100, una iniciativa de la que ha entrado a formar parte la entidad bancaria recientemente y que lucha por lograr que las compañías más influyentes del mundo se comprometan a que su energía sea cien por ciento renovable antes de 2050.

Todo ello muestra el constante esfuerzo de BBVA por promover el desarrollo sostenible y luchar contra el cambio climático. Y esto precisamente es lo que también quiso transmitir la entidad durante la primera edición de BBVA Sustainable Finance Forum, que tuvo lugar en la sede madrileña de la empresa el 9 de mayo de 2018. Francisco González, presidente de BBVA, lo explicaba así: "los bancos debemos ayudar a nuestros clientes en el impulso al desarrollo sostenible y en la transición hacia una economía baja en carbono; en BBVA queremos ser catalizadores de este cambio".

Una de las acciones encaminadas a lograrlo es la colaboración de la entidad con el foro de finanzas sostenibles de Naciones Unidas (UNEP-FI, por sus siglas en inglés) en la elaboración de los Principios de Banca Responsable, un proyecto colectivo que cuenta con la participación de 26 bancos de 19 países y cinco continentes en línea con los ya existentes Principios de Inversión Responsable y Principios de Seguros Sostenibles.

Se trata de una iniciativa que, en palabras de González, "definirán las normas y el modelo de responsabilidad de la nueva banca", pues algunos de los objetivos de estos principios bancarios son dirigir las acciones bancarias y alinearlas con lo establecido en los ODS y en el Acuerdo de París; establecer un referente global de banca sostenible y responsable; así como impulsar la responsabilidad y transparencia de los bancos sobre su impacto medioambiental, entre otros.

Otra de las iniciativas a las que se ha unido recientemente BBVA es Science Based Target Initiative que, en palabras de Antonio Ballabriga, "es una iniciativa promovida por distintos actores de referencia para certificar que los objetivos que nos proponemos van en línea con el nivel de descarbonización que se requiere para contener el calentamiento global hasta un máximo de dos grados antes del año 2050".

Y aún más recientemente, BBVA ha celebrado la segunda edición del evento BBVA EduFin, que reunió a comienzos de octubre, en Buenos Aires, a importantes expertos en materia de educación financiera. Durante dos jornadas se debatió sobre la importancia de la formación en este campo y la relación con el desarrollo sostenible y como palanca de impulso de los ODS de Naciones Unidas. En el marco del BBVA EduFin, Ballabriga resaltó que "para nosotros es fundamental formar parte del grupo de 28 bancos que estamos trabajando junto a la ONU. En París, anunciaremos nuevos principios que van a comprometer a la banca mundial a la lucha contra el cambio climático".

17 edificios sostenibles

BBVA tiene un total de 17 edificios sostenibles alrededor del mundo reconocidos con el sello LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), en las categorías oro y platino, las más exigentes. Otorgado por la U.S. Green Building Council (USGBC), es uno de los estándares de edificación responsable más rigurosos del mundo. Este tipo de edificios reducen de manera importante los residuos y la emisión de gases nocivos a la atmósfera, conservan mejor la energía y son más saludables y seguros para sus ocupantes.

En nuestro país se encuentran cinco de estos 17 edificios. Se trata del Campus BBVA (Alcobendas), cuya zona central se ha diseñado minimizando el impacto ambiental; el complejo La Isla, situado junto a la ciudad BBVA, que cuenta con un centro deportivo; la propia ciudad BBVA, donde la sencillez, la tecnología y la sostenibilidad están al servicio de las más de 7.000 personas que acoge diariamente; el Palacio del Marqués de Salamanca, que acoge la sede de la Fundación BBVA; y el centro de procesamiento de datos, en Tres Cantos (Madrid), construido con los últimos avances en eficiencia energética y seguridad.

Precisamente, éstos y otros muchos edificios se sumaron otro año más a la conocida iniciativa Hora del planeta. El pasado 24 de marzo, un total de 121 edificios y 330 oficinas en 179 ciudades apagaron sus luces para concienciar a la sociedad y a los gobiernos de la necesidad de cambiar los hábitos de consumo energético y hacer un frente común contra el cambio climático.

Se trata, en definitiva, de unos ambiciosos objetivos por los que la entidad bancaria pelea a diario. Y es que como Ballabriga reconoce, "nuestra política de banca responsable es una palanca clave para cumplir con nuestro propósito cada día. La misión de esta política es gestionar la responsabilidad que se deriva del impacto de nuestras actividades sobre las personas y la sociedad. Y ello integrando a todos los grupos de interés e involucrando a todo el banco en su conjunto".

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