
Tanto Movistar, como Orange y Vodafone apuestan por la economía circular como estrategia para reducir el consumo de los recursos naturales y energéticos, además de impulsar el reciclado y la recuperación. No hay vuelta de hoja. Los principales jugadores del sector se han puesto de acuerdo para considerar el medio ambiente no solo como un elemento prioritario en sus políticas sociales, sino también como un nuevo factor de competitividad.
Así, Telefónica ha establecido una serie de objetivos para el periodo 2015-2020 con los que espera mejorar su competitivida al mismo al tiempo que reduce en un 50 por ciento el consumo de energía por unidad de tráfico y disminuye las emisiones un 30 por ciento en términos absolutos para 2020 y con recorte del 50 por ciento en 2030. Con estas medidas de eficiencia energética, el grupo de telecomunicaciones prevé ahorrar 90 millones de euros, lo que incluye utilizar electricidad de fuentes renovables en un 50 por ciento en 2020 y alcanzar el 100 por cien en 2030. Por lo pronto, el operador cumplió con creces el año pasado su objetivo de reducir la intensidad energética por tráfico un 52 por ciento respecto a 2015, dos años antes de lo previsto. Según fuentes de la empresa, Telefónica ha llevado a cabo un total de 171 iniciativas de eficiencia energética en sus redes y oficinas, con lo que ha conseguido ahorrar 138 GWh y ha evitado la emisión de más de 36.972 toneladas de CO2 equivalentes. De la mano de su Plan de Energía Renovable, el 47 por ciento del consumo eléctrico de Telefónica ya procede de fuentes renovables, lo que equivale al consumo medio anual de 763.000 hogares, así como a evitar emisiones de 770.026 toneladas de CO2.
Telefónica ha estructurado su política ambiental desde el cumplimiento de lo más básico, empezando por la legislación, hasta terminar con el impulso de la innovación de servicios y productos digitales que contribuyen al desarrollo sostenible de la sociedad y generen alternativas para la mejora ambiental. Según explican fuentes del operador, Telefónica ha implementado sus sistemas de gestión ambiental para prevenir y minimizar el impacto que las actividades e infraestructuras pueden causar sobre el entorno, a través de modelos de "eco-eficiencia y gestión efectiva de riesgos ambientales". En la misma ofensiva ecológica, Telefónica ha decidido considerar los riesgos ambientales en todos los procesos de fusión y adquisición de empresas que acometa.
La estrategia medioambiental de Orange se resume en media docena de cuestiones en las que sobresale el compromiso de mantener la garantía de origen de fuentes renovables para el 100 por cien del consumo de energía eléctrica de todas las sedes, tiendas propias y la red de Orange en España. El primer mandamiento consiste en promover la mejora continua del Sistema de Gestión Ambiental, encaminada a la mejora del desempeño ambiental de Orange, la protección del medio ambiente y la reducción del impacto ambiental de nuestras operaciones. El operador se propone incluir las consideraciones ecológicas y mejores prácticas "en las decisiones y procesos de negocio para la prevención de los impactos ambientales y el uso eficiente de los recursos", según explica la compañía. Para lograrlo, la alta dirección de Orange establece y revisa los objetivos ambientales, además de cumplir de forma escrupulosa la legislación ambiental. Asimismo, la teleco se preocupa de implantar la conciencia verde en la empresa "mediante la comunicación, formación y sensibilización ambiental de los empleados, de forma que se asegure el desarrollo de su labor con el máximo respeto al medio ambiente desde una perspectiva de ciclo de vida". Por último, Orange expresa su voluntad de colaborar con las Administraciones Públicas, asociaciones empresariales, organizaciones de consumidores y usuarios en estos asuntos de interés general. A modo de ejemplo, Orange promueve el concurso Los Reciclators para valorar entre los escolares la importancia de reciclar los viejos teléfonos móviles y argumentar que el 90 por ciento de los materiales de un smartphone se puede reciclar.
Vodafone España se ha propuesto mejorar año tras año sus indicadores ambientales con resultados que invitan al optimismo. Sobresale la reducción directa en el volumen de toneladas de CO2 enviadas a la atmósfera en 2017, con un recorte de 2.919 toneladas gracias a la mejora de la eficiencia energética de sus instalaciones y la optimización en la gestión de la movilidad. De forma indirecta, la compañía ha evitado la emisión de otras 374.764 toneladas de CO2. Durante el último año se "ha producido un ligero aumento de emisiones derivadas principalmente del aumento del consumo de energía de la red, asociado al notable aumento del tráfico de voz y datos que se ha producido en la misma", indica Vodafone España. En total, durante el último año, el operador ha consumido 714 GWh de energía, con avances relevantes en la reducción de las emisiones de red (8.509 toneladas de CO2 evitadas), a los que se suman a las 3.758 toneladas de CO2 en las oficinas y otras 12 toneladas recortadas en las tiendas. Gracias a las iniciativas desarrolladas en la gestión de la movilidad, Vodafone ha evitado 1.873 toneladas con el uso de las videoconferencias, junto con las 67 toneladas de emisiones reducidas a través de las lanzaderas.

Orange amplía su iniciativa 'TeloReciclo'
Orange cuenta con la iniciativa 'TeloReciclo' para recuperar los móviles inservibles. Según sus estimaciones, en España existen entre 25 y 30 millones de teléfonos guardados en cajones, ya sea porque están averiados, desfasados o con datos valiosos en el interior. En todos esos casos, los usuarios se resisten a deshacerse de los móviles con el impacto ambiental que ello supone.
Al final, apenas un 20 por ciento de ellos se logra reciclar, un porcentaje que dista mucho de los niveles óptimos. Ante este problema, Orange considera que se debe dar respuesta de forma compartida entre las personas, empresas e instituciones. Así, puso en marcha en 2016 el programa 'TeloReciclo' para promover la recogida de terminales a través de trabajadores locales con discapacidad intelectual.