
El Grupo Tragsa forma parte del grupo de empresas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Está constituido por Tragsa, responsable de la ejecución de obras y servicios, y Tragsatec, que se encarga de la ingeniería, la consultoría y la asistencia técnica.
Desde 1977 lleva consolidando su liderazgo como aliado preferente en el desarrollo de soluciones empresariales adaptadas a las necesidades del Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales. Y en este tiempo ha prestado apoyo a la Administración en materia de Agricultura, Medio Ambiente e Infraestructuras con un soporte de alta tecnología basado en desarrollos propios.
Con un equipo de casi 11.000 profesionales, nació enfocado al Medio Ambiente y ha ido ampliando su ámbito de actuación a áreas como la ejecución de grandes infraestructuras o la mejora tecnológica en el aprovechamiento del agua. El grupo siempre ha trabajado siguiendo los principios de eficacia, eficiencia y transparencia de cara a la Administración y a los ciudadanos. Ha llevado a cabo más de 200.000 actuaciones respaldadas en buena parte bajo desarrollos propios de alta tecnología.
Cabe destacar que Tragsa es la empresa por excelencia encargada del tratamiento y restauración de emergencias, desde la lucha contra incendios forestales hasta cualquier tipo de catástrofes naturales. Su compromiso por preservar el entorno natural es una de sus principales prioridades y les ha llevado a evaluar y minimizar el impacto que sus actividades tienen en el entorno. Para ello, el Grupo establece en cada uno de sus proyectos un riguroso estudio que permite incorporar medidas respetuosas con el medio ambiente que reducen el consumo de recursos, al tiempo que se limita la cantidad de residuos generados.
Protección de especies en peligro
La protección de la biodiversidad, el medio ambiente y la concienciación sobre el peligro que corren algunas especies han sido tres de las funciones más características de la naturaleza del Grupo Tragsa. El año pasado realizó casi 4.000 actuaciones, de las cuales, una tercera parte se dedicó a proyectos relacionados con el medio ambiente, un 32,4% de la actividad total del Grupo. Como primer medio propio certificado del Estado, su principal objetivo es el servicio a las Administraciones Públicas y al ciudadano y cuenta con una reconocida experiencia desarrollando trabajos destinados a la mejora y conservación de espacios naturales y de la biodiversidad.
La compañía participa en proyectos muy conocidos de protección de especies, como los de recuperación del lince, a través del Programa de Conservación Ex situ del Lince Ibérico, cuyos objetivos primordiales son establecer una población viable "ex situ" de lince ibérico, como salvaguarda genética de la especie y preparar ejemplares de lince ibérico para su reintroducción en la naturaleza.
El programa cuenta con una red de centros de cría en cautividad, donde destaca la existencia de cuatro centros de cría exclusivos: El Acebuche (1992), La Olivilla (Jaén 2007), Silves (Portugal 2009) y Zarza de Granadilla (Cáceres 2011) y un centro asociado que es el Zoo Botánico de Jerez. Dos de estos centros, El Acebuche y Zarza de Granadilla, son gestionados por el Grupo Tragsa, por encomienda del Ministerio para la Transición Ecológica.
En 2005, El Acebuche fue testigo del nacimiento de los cachorros pertenecientes a la primera camada conseguida en cautividad. Desde entonces, se han producido 146 nuevos nacimientos en estas instalaciones, que se han convertido en todo un referente para la protección de esta especie en peligro de extinción.
El Programa de Conservación Ex situ se plantea como un esfuerzo multidisciplinar y solidario, integrado dentro de la Estrategia Nacional para la Conservación del Lince Ibérico, y en el que colaboran entidades autonómicas, nacionales e internacionales.
Otro de los destacados es el proyecto Life Lutreola Spain "Nuevos enfoques en la conservación del Visón Europeo en España", que trabaja para contribuir a la conservación del visón europeo en nuestro país. Esta situación se podría mantener mediante una mejora en la efectividad de las técnicas de erradicación del visón americano, que supone la mayor amenaza para esta especie europea y para otras especies de la fauna autóctona en Europa.
Por otra parte, se considera necesaria la restauración de las poblaciones de la especie dentro de su rango histórico, así como la introducción de una nueva población mediante liberaciones de ejemplares procedentes de cautividad. Este programa, que desde 2014 se desarrolla en los territorios del País Vasco, La Rioja, Aragón y la Comunidad Valencia, está coordinado por el Grupo Tragsa, a través de Tragsatec.
Su principal objetivo es aumentar la viabilidad de la población salvaje y la creación de nuevos núcleos de visón europeo en el medio natural. Dentro de las labores de difusión de este proyecto se desarrolla estos días en la Casa de Ciencias de Logroño la exposición "Visón Europeo. Una especie en peligro de extinción".
Existen otras especies que requieren también de una protección especial, algunas prácticamente desconocidas como puede ser el desmán ibérico (mamífero que habita en los ríos y riberas de zona montañosa). Desde 2012. Tragsatec colabora con el Ministerio en el proyecto Life+Desmania.
Otro ejemplo es el del urogallo, que actualmente solo se encuentra en la Cordillera Cantábrica y que se enfrenta a la destrucción de su hábitat debido a la explotación de madera. El Grupo Tragsa trabaja en la restauración de su entorno y realiza campañas de seguimiento reproductivo. El lobo ibérico, perseguido y casi extinguido en los 70 por los daños que causaba en las explotaciones ganaderas, hoy ha reaparecido. El Grupo realiza ensayos sobre elementos disuasivos en el diseño de explotaciones ganaderas que minimicen estos daños, posibilitando que pueda coexistir la actividad ganadera con la presencia de lobo.
Entornos naturales
La entidad pública ha participado también en trabajos destacables como el Inventario Forestal Nacional, un hito en la historia forestal de España que ha servido para conocer el bosque y sus recursos, y se ha convertido en un sistema de seguimiento del estado de los mismos. A este grupo también pertenecen los Informes sobre la Calidad de Aire, en los que trabaja con el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social desde 2006, consistentes en realizar un seguimiento específico mediante estaciones de medición, que permite conocer los niveles de contaminación y elaborar recomendaciones sobre las medidas que pueden tomarse en caso de que la contaminación supere los umbrales de referencia. También ha participado en la creación del Inventario Nacional de Suelos y en otros proyectos que utilizan la teledetección para estudiar la evolución de la degradación de las tierras.
Igual de importante es conocer y conservar el patrimonio natural del territorio como acercarlo al ciudadano. Ese es el objetivo del Programa de Caminos Naturales que comprende acciones encaminadas a dar un uso alternativo a antiguas infraestructuras rurales: vías pecuarias, líneas de ferrocarril, carreteras o caminos históricos que han caído en desuso y que abarca alrededor de 10.000 kilómetros de itinerarios a lo largo de toda España.
Con el aprovechamiento de estas infraestructuras se pretende mantener su uso público, dar respuesta a la demanda social de servicios turísticos alternativos y facilitar a la población el acceso a una experiencia deportiva, cultural, educativa y de contacto con la naturaleza.
El Grupo Tragsa colabora desde 1993 con el Ministerio en el desarrollo del Programa de Caminos Naturales, y lleva construidos más de 7.200 kilómetros de caminos en toda la geografía española. Pero, además, su participación en esta iniciativa incluye actuaciones a todos los niveles: redacción de proyectos, estudios de viabilidad, ejecución de obras, divulgación y promoción.
Contra el Cambio Climático
La compañía también lucha contra el cambio climático. Presta asistencia técnica a la Oficina de Cambio Climático en sus actividades de ámbito nacional, europeo e internacional.
En 2012, el Grupo Tragsa comenzó una asistencia técnica para la puesta en marcha y seguimiento del Registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2, en la que además se realiza cada año el Cálculo de la Huella de Carbono del Ministerio.
Pero el compromiso de esta entidad, que preside Jesús Casas Grande, con implantación en todo el territorio nacional, va más allá. El grupo apuesta por un modelo de crecimiento sostenible, que contribuya al desarrollo social, económico y ambiental.
Por ello, lleva más de una década intensificando sus inversiones en Responsabilidad Social Corporativa (RSC) como un activo estratégico de la compañía. Como empresa socialmente responsable mantiene un compromiso permanente con el cuidado del medio ambiente que se manifiesta en los esfuerzos que realiza por minimizar el impacto ambiental de sus actuaciones a través de una gestión eficiente de sus recursos.
En 2017 destinó a este desempeño 12,4 millones de euros, un 16,6% más que el año anterior. Esto se plasma también en la renovación de la certificación de su Sistema Integrado de Calidad y Medio Ambiente según los estándares ISO 9001 y 14001 y la inscripción de sus principales centros de actividad en el registro EMAS (Sistema Europeo de Gestión y Auditoría Medioambiental).
Además trabaja en aquellos Objetivos de Desarrollo Sostenible en los que genera un mayor impacto y promueve iniciativas de gran calado en la sociedad, y en ámbitos tan relevantes como la cooperación al desarrollo o la concienciación social a través de la participación de los trabajadores en campañas solidarias y acciones de voluntariado junto a entidades del tercer sector.
Consciente de su vocación de servicio público, el Grupo Tragsa, como colaborador eficaz y eficiente de las Administraciones Públicas, espera seguir afrontando con éxito el desafío de construir un futuro mejor.