
Cada verano en España la demanda eléctrica será mayor, como consecuencia de los cambios meteorológicos que se auguran en las próximas décadas. El cambio climático será la causa directa de ese incremento, dado que para paliar sus efectos más extremos se requerirá del empleo de más energía. A esta conclusión ha llegado el equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y que ha sido publicada en Climatic Change.
España es un país cuyas peculiaridades del territorio hacen que sea especialmente sensible a los impactos del cambio climático. Según datos de Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) que adjunta en la Agenda 2050, la temperatura ha aumentado 1,8 grados. Esto tiene como consecuencia que algunas cuencas hidrográficas del territorio español sean las que más estrés hídrico experimenten en comparación con otros países europeos.
Las variaciones serán más pronunciadas en zonas del noroeste de España al ser sus veranos históricamente templados
Pero la problemática también se extiende en la demanda de energía. En los días cálidos se disparará el uso de sistemas de refrigeración mientras que los días fríos descenderá el uso de calefacciones. Aunque estas variaciones serán más pronunciadas en zonas del noroeste de España al ser sus veranos históricamente templados.
Conclusión a la que han llegado los físicos en su estudio mediante el análisis de los patrones de demanda a nivel nacional y simulando la situación del país teniendo en cuenta el escenario climático, en el que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado progresivamente en las últimas décadas.
Muestran este cambio de comportamiento los datos, publicados por la Red Eléctrica de España (REE), que reflejan el crecimiento de la demanda de energía eléctrica un 17,2% superior a la registrada en abril de 2020.
España en 2050
Ante esta situación y tras un año de elaboración, el Ejecutivo ha publicado el Plan España 2050 con el cual pretenden prevenir y combatir el cambio climático, entre otros objetivos.
Bajo el título Desafío 4: en una sociedad neutra en carbono, sostenibles y resiliente al cambio climático se establecen varias objetivos para alcanzar la neutralidad climática.
Cecilia Carballo, experta independiente en Transición Ecológica y Desarrollo Sostenible, asegura que para lograrlo ''se deben realizar cambios drásticos en todos los sectores''. Como, por ejemplo, ''un cambio sobre el modelo energético basado en las renovables con un impulso a las medidas de rehabilitación energética de viviendas y el fomento del autoconsumo y la solarización de edificios''. A esto ''habría que añadir la inevitable necesidad de reducir nuestro consumo energético y de bienes materiales'', añade Carballo.
España es un país que carece de una fiscalidad medioambiental pura. El co-fundador y director de Economics for Energy, Pedro Linares, matiza que "sectores como el transporte, la edificación o los servicios no tienen señales económicas que te impulsen a comportarte de manera más respetuosa con el medio ambiente''.
Cuestión con la que coincide también Cecilia Carballo que afirma que "debemos fomentar la fiscalidad ambiental equiparable a la europea. Esta debe ser progresiva y urge abordar los impuestos sobre la energía y transporte''.
En el documento, presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se recoge la intención de fortalecer progresivamente la fiscalidad ambiental, así como establecer un pago por generación de residuos como forma de responsabilizar a los consumidores y fabricantes.
El cambio climático exige, por un lado, adaptarse a las consecuencias ya existentes y, por otro, reducir las emisiones para mitigarlo. Según Linares, para mitigar sus efectos es necesario ''apostar por renovables y ver cómo eliminar el uso de combustibles fósiles''. De manera que todo el modelo energético vire hacia un sistema que respete el medio ambiente pero que también asimile que el cambio climático que ''va a tener lugar'' y es inevitable.
El cambio de modelo pretende potenciar un mejor uso individual de la electricidad y que el usuario tenga mayor capacidad de decisión sobre su consumo eléctrico
Nueva factura eléctrica
El pasado 1 de junio entró en vigor la nueva factura eléctrica con la que se pretende abaratar el precio para 19 millones de consumidores domésticos. Según los cálculos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), esta medida afectará a aquellos consumidores que estén acogidos a la tarifa regulada (PVPC) sin discriminación horaria cuya factura se reducirá un mínimo del 3,4% si consumen más en las horas con menos demanda.
El cambio de modelo pretende potenciar un mejor uso individual de la electricidad y que el usuario tenga mayor capacidad de decisión sobre su consumo eléctrico.
El nuevo recibo introduce la discriminación horaria de precios y simplifica las tarifas. Por ejemplo, aquellos consumidores que tengan contratada una potencia inferior a 15 kW tienen solo una tarifa en lugar de seis, como en el modelo anterior. Además, se facturará en tres tramos horarios diferentes (punta, llana y valle), pagando en función de la hora del día en la consuman.
Una medida, indica la CNMC, que servirá para incentivar un consumo eficiente y responsable de la electricidad pero también que el consumidor tenga un papel destacado en la descarbonización.