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Así es 42, el innovador método de formación que no tiene clases ni libros

  • Este campus presencial es el primero en el mundo que ofrece una formación en programación totalmente gratuita
Campus 42 Madrid en Distrito Telefónica
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En los últimos años la enseñanza ha sufrido una verdadera revolución. Las nuevas materias que se abren paso, fundamentalmente las del sector STEM, propician un cambio de paradigma sin precedentes. La digitalización de prácticamente todos los sectores económicos avanza a pasos de gigante, y la formación se enfrenta a nuevos retos para asegurar la empleabilidad de los estudiantes en un mercado laboral en constante cambio.

En este contexto nació 42, un exitoso proyecto pedagógico innovador y disruptivo, con presencia en todo el mundo, que llegó a España de la mano de Fundación Telefónica en el año 2019 con la puesta en marcha de 42 Madrid. Este mismo se ha puesto en marcha en el campus de Urduliz (Bizkaia) y en breve lo hará en Barcelona y Málaga. Las inscripciones están siempre abiertas en los cuatro campus. 

Este campus presencial es el primero en el mundo que  ofrece una formación en programación totalmente gratuita, además de estar abierto a todo mayor de edad que esté dispuesto a sumergirse en un proceso de formación totalmente innovador y disruptivo. 

En 42 no hay clases, ni libros, ni límite de edad, y está abierta 24/7. Es mucho más que un campus de formación: es una escuela de valores y actitud, una academia de aprendizaje de hard y soft skills. Es el lugar donde todos los perfiles digitales que demanda el mercado laboral se forman con un modelo disruptivo, una metodología novedosa basada en la gamificación y el peer-to-peer learning, es decir, aprender entre pares. El modelo disruptivo de 42 plantea que lo más importante es aprender de los compañeros, enfrentándose juntos a problemas reales.

La filosofía de 42 es la de "aprender a aprender", en un espacio donde se fomenta la creatividad, el esfuerzo, la superación y el trabajo en equipo. Sin profesores, sin libros, sin aulas. Sólo alumnos de distintas edades, aptitudes y campos aunando fuerzas para sacar adelante proyectos y retos concretos basados en la vida real.

Esta metodología se basa, por tanto, en el trabajo en equipo, donde los estudiantes no compiten sino que para avanzar deben colaborar entre ellos. De esta forma todos,  tanto el que más conocimientos posee como el que menos, aprenden y evolucionan, aprehendiendo no solo skills tecnológicos y digitales, sino experiencias vitales. Es una de las claves del éxito de este modelo.

La otra es la metodología de aprendizaje basado en proyectos, en el que los alumnos se enfrentan a retos y desafíos del mundo actual. De esta forma adquieren un conocimiento profundo de la tecnología, adecuándose a la realidad, de una forma mucho más efectiva que memorizando. 

Y al no haber ni profesores, ni libros, ni aulas la creatividad de los estudiantes es realmente libre, bebiendo de la de sus compañeros, proyectándose y adecuándose a los objetivos marcados.

42 es un proyecto global

Desde la apertura del primer campus en París en 2013, el modelo pedagógico de 42 se ha extendido de manera global, cosechando éxitos demostrados, como el 100% de empleabilidad en todos los países en los que se ha implantado. Es el primer campus que ofrece educación mediante la programación de una forma inclusiva, ya que es totalmente gratuito y abierto a todos a partir de los dieciocho años, independientemente de su formación.

El nacimiento del proyecto 42 se debió a una necesidad: la industria de la tecnología informática se vio afectada por la escasez de programadores. Para formar en masa a los mejores profesionales del mañana sin importar su origen, 42 se está extendiendo por todo el mundo, con el objetivo de formar a futuros profesionales digitales cualificados que hagan frente a los nuevos retos laborales. Big Data, Ciberseguridad, IA… Perfiles digitales que ayuden a reactivar la economía en el escenario de cambio de paradigmas que ha dejado la pandemia global.

Tras el éxito del primer campus en París se ha creado una red alrededor del mundo, la 42 Network, que en la actualidad se extiende a 36 países, sumando los que están en funcionamiento y los anunciados. Hay campus en Ámsterdam, Tokyo, Roma, Wolfsburgo, Bruselas, Moscú, Bangkok, Adelaida, Sao Paolo, Quebec..

En España 42 Madrid tuvo una gran acogida, por lo que Fundación Telefónica ha extendido el modelo a otros puntos del territorio nacional. Tiene un compromiso con la sociedad de captar talento tecnológico y apostar por la formación digital, y el reto de preparar a la sociedad para las nuevas profesiones digitales y dar así respuesta a las necesidades del mercado laboral. 

La Diputación Foral de Bizkaia da su apoyo a 42 Urduliz, el Ajuntament de Barcelona y la Generalitat de Catalunya ayudan a que 42 Barcelona sea posible, el Ayuntamiento de Málaga, a la existencia de 42 Málaga,  y la Generalitat Valenciana presta su colaboración a 42 Alicante. Estos partners son el apoyo imprescindible gracias al cual la Fundación Teléfonica puede llevar a cabo esta labor de innovación pedagógica y preparación para el futuro digital que aguarda a la sociedad española.

Ser estudiante en 42

La formación completa tiene una duración media de 3 años, con una  metodología que se basa en proyectos. Actualmente hay más de cien en marcha, y como 42 es un campus vivo, estos proyectos van creciendo y actualizándose constantemente. Se organizan como un árbol de programación que tiene niveles, hasta 21 en total, como si fuese un videojuego: son niveles que hay que ir superando a la vez que se adquieren conocimientos. Las ramas de este árbol son distintas disciplinas, y el alumno puede ir escogiendo aquellas que se acercan más a sus intereses. Las posibilidades son muy variadas, desde programación orientada a objetos, programación móvil, IA, Big Data, programación 3D, y un largo etcétera.   

 En la actualidad hay más de 30.000 personas inscritas que aspiran a ocupar una de las plazas que tiene el campus en Madrid, o casi 6.000 para Urduliz.  Para ocupar una de las plazas los alumnos deben superar dos fases: un test de habilidades online de dos horas y quince minutos como máximo y posteriormente un período de 26 días consecutivos en el campus, denominado "la piscina". Se trata de una inmersión total en el mundo del código, donde los que más saben enseñan a los que menos saben a "nadar". 

El resultado, además de  un aprendizaje de hoy enfocado al futuro más inmediato, es una experiencia única. Algo que va más allá de lo puramente competencial. Se adquieren herramientas que pueden aplicarse a cualquier ámbito de la vida. 

Así lo atestiguan algunos de los alumnos que forman parte de este proyecto innovador y disruptivo. Como Ramón, de 42 Madrid: "Me llevo muchísimas cosas. Muchos amigos, mucha libertad, muchos conocimientos de programación y de la vida en general. A mí me ha espabilado bastante". Santi, de 42 Urduliz, cuenta que, tras su primer día en la piscina, volvió a casa con una sensación clara: "La sensación fue que, pasara lo que pasase, iba a ser una experiencia increíble y de que, si lo hacía bien, podría ser la oportunidad que necesitaba". 

El éxito de 42 es la apuesta por el talento y la confianza en las aptitudes y capacidades de los alumnos elegidos. Como en las de Raúl, que con 41 años se animó a "tirarse a la piscina" de 42 Madrid. Eligió la metodología de 42 "por la libertad que te da. Buscarte la vida es el camino que te hace aprender de verdad". O en las de Zaloa, que se unió a 42 Urduliz sin haber tenido apenas contacto con la informática. "Me ha sorprendido todo lo que he aprendido sobre informática en tan poco tiempo. Aunque han sido solo cuatro semanas han sido muy intensas y cada día he notado un avance enorme".

El proyecto 42 se engloba dentro de la estrategia de acción social de la Fundación Telefónica.

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