
El impacto de la actual crisis sanitaria mundial solo ha reforzado la idea de que el mundo se está reinventando. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) predice que muchos de los trabajos con mayor demanda hoy desaparecerán para 2030 y serán reemplazados por trabajos relacionados directa o indirectamente con los campos de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés, CTIM en español).
Lo cierto es que es una predicción muy probable si consideramos que en 2013 había 1,2 millones de puestos de trabajo STEM por cubrir y la demanda de profesionales STEM en la actualidad se ha más que duplicado. A lo que los expertos señalan que es posible que en algún punto no haya suficientes graduados en esos campos para cubrir los nuevos puestos de trabajo que se vayan generando.
Más profesionales
En Europa se espera que la demanda de profesionales STEM y profesionales asociados crezca alrededor de un 8% entre ahora y 2025, mucho más que el pronóstico de crecimiento promedio del 3% para el resto de las ocupaciones, según los datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP).
Los trabajos en los campos de la medicina y la salud han experimentado un auge debido a la pandemia de COVID-19. También en parte a que a medida que las poblaciones envejecen estas carreras necesitan de más profesionales, pero tradicionalmente, la tecnología informática o tecnología es la principal carrera que los estudiantes internacionales realizan dentro de STEM, según un estudio del Instituto de Educación internacional (IIE por sus siglas en inglés).
Además, indica el informe CEDEFOP, el empleo en los sectores relacionados con estas disciplinas se estima que crecerá un 6,5% entre ahora y 2025, aunque esto no será para todos los sectores por igual. Por ejemplo, se espera que el empleo en la informática y los servicios profesionales aumente en un 8% y un 15% respectivamente, mientras que se espera que el sector farmacéutico experimente un nulo crecimiento del empleo.
Aunque hay que tener en cuenta que realizar pronósticos acerca de la demanda suelen ser difíciles de hacer debido a que son industrias altamente competitivas. Sin embargo, los datos señalan que los sectores relacionados con STEM, como el farmacéutico, los vehículos de motor, algunos tipos de ingeniería y otros sectores que trabajan en fabricación, están particularmente expuestos al auge y caída del ciclo económico.
¿Falta de vocación?
A principios de la década de 1960, la promesa del presidente John F. Kennedy de llevar a un hombre a la Luna a finales de la década hizo que los niños soñaran con convertirse en astronautas o trabajar para la NASA. Sin embargo, los perfiles STEM no parecen estar atrayendo a tantos estudiantes como deberían.
La diminución de graduados de Formación Profesional (FP) en estudios relacionados con STEM, de un 32% en 2006 a un 29,4% en 2011, resulta llamativa. Así como el descenso de las matriculaciones en Ingeniería y Arquitectura.
Existen tres grandes motivos por los que alumnos de entre 12 y 18 años descartarían estudiar una carrera STEM, señala el estudio 'El desafío de las vocaciones STEM' (2019) elaborado por DigitalES. Las razones por las que rechazarían estudiar estas ramas y que influirían en su decisión a la hora de tomar elegir unos estudios son: la dificultad académica (40%), la indecisión sobre la rama a estudiar (35%) y el desconocimiento sobre el trabajo que podrían realizar una vez terminada la carrera (25%). Estos motivos los agrupan en dos grandes bloques, por los cuales los estudiantes no optarían por esas disciplinas: por un lado, a causa de la dificultad académica (40%) y. por otro, la falta de orientación y conocimiento (65%).
Por tanto, es evidente que es necesario abordar la percepción de lo que implican las carreras STEM. Todavía existe la opinión de que trabajar en ciencia significa que estás en un laboratorio vestido de bata blanca, una imagen que no atrae a todos. El hecho es que estos campos conducen a diversas oportunidades profesionales, que involucran mucho más que la investigación.
Otra de las cuestiones a revisar es el factor de intimidación que acompaña a algunas de estas disciplinas, que hace que los jóvenes sientan que quedan reservadas para los mejores de la clase. Cuando lo cierto es que son campos con amplio potencial para cambiar el mundo y van más allá de estereotipos.