Calidad e innovación son los dos pilares fundamentales que han hecho que Schiller International University (SIU) se encuentre entre las instituciones de educación superior más demandadas por los estudiantes hoy en día. Las posibilidades de formación en varios países y la obtención de dos títulos (estadounidense y europeo) ha hecho que sean muchos los jóvenes que han visto en Schiller una apuesta segura. Desde sus inicios en 1964, esta institución buscó la posibilidad de ofrecer a jóvenes de Estados Unidos la opción de estudiar conforme al sistema universitario estadounidense en Europa.
Es precisamente esta visión la que ha llenado de prestigio esta institución con su expansión europea en 1967, a través de los campus de Madrid y París. En 1969, el campus alemán se mudó a Heidelberg y, en 1991, se inauguró el campus en Tampa Bay. Hoy en día esta universidad cuenta con una red de más de 20.000 estudiantes y alumni de 130 nacionalidades, destacando el entorno educativo globalizado y reconociendo que las perspectivas internacionales son cruciales en la resolución de los problemas actuales y en el desarrollo de ciudadanos globales que hacen de la interculturalidad uno de sus valores diferenciales. La experiencia internacional es uno de los elementos diferenciales que Marta Muñiz, CEO de Schiller, destaca especialmente: "Nuestros alumnos pueden moverse entre los diferentes campus cada cuatro meses, por lo que viven la internacionalidad desde la propia experiencia", indica. Esta institución ofrece una experiencia tanto formativa como humana única, con clases con un máximo de 25 participantes, un seguimiento estrecho de los estudiantes y el apoyo continuo de un orientador de carrera profesional. Sus profesores son reconocidos a nivel internacional, están vinculados de forma estrecha al mundo empresarial y dedicados a ofrecer una experiencia educativa única a través del modelo mensual de asignaturas.
Hoy en día los alumnos pueden estar en cualquiera de los cuatro campus y pueden obtener dos títulos con un solo programa, uno europeo y otro estadounidense, gracias al acuerdo con la Universidad de Roehampton, de Londres y la certificación de EVALAG en Alemania. Aunque el Reino Unido ya no forme parte de la UE, es miembro del EEES y sus programas de grado se adhieren a las directrices del Proceso de Bolonia, por lo que los estudiantes de Schiller tienen acceso a los mercados laborales de USA y de Europa.
Lo atractivo de la educación universitaria está en el sistema de enseñanza abierto y flexible, en el que el estudiante cobra protagonismo a la hora de definir el camino hacia la obtención de su título, ya que se le permite escoger entre un amplio y variado abanico de asignaturas y materias dentro de una misma titulación y decidir si quiere optar por un grado, dos grados combinados o un grado más máster.
Se trata de un sistema de enseñanza en el que el estudiante es el protagonista
Además, Schiller se adaptó a la perfección a la nueva situación con la llegada de la pandemia. "Desde antes de la Covid-19 esta institución ya estaba trabajando en un modelo educativo diferencial y todas las titulaciones que ofrecemos son tanto online como presenciales. La tecnología y las conexiones entre los campus ya era para nosotros muy natural y esto ha permitido que nuestros alumnos continuasen sus estudios con garantías", manifiesta Marta.
De cara al año que viene implantarán nuevos programas en STEM, lo que permitirá a la institución seguir desarrollando el modelo académico transdisciplinar, es decir, "da igual la rama de la que provengan, lo importante es que terminen teniendo conocimientos relacionados con la capacidad analítica, la integración de la tecnología y con el compromiso con la sociedad. Se trata de implementar un modelo bussiness and tech", explica Muñiz.
"General Education"
O base holística de conocimiento. Es decir, durante el primer año y medio, el estudiante aprende unas materias fundacionales que le permiten adaptarse al entorno de estudio universitario de manera progresiva y, a la vez, aseguran una base sólida de conocimientos a través de asignaturas transversales, como es el caso de las Ciencias, Matemáticas, Sociología, Historia, Idiomas, etc. que van abriendo el camino a distintas titulaciones y a una rama más específica, conocido en el sistema americano como "Major". Los alumnos eligen su especialización tras haber superado dos cursos universitarios maximizando el éxito académico de los estudiantes y adaptando el curriculum a sus intereses personales.
Esta metodología se ha convertido en un elemento clave del ADN de Schiller, ya que la propuesta formativa de esta universidad apuesta por la eliminación de compartimentos estancos entre las disciplinas humanísticas, las ciencias sociales y las disciplinas científicas y tecnológicas. Esta apuesta se debe a una razón en concreto: responde a la necesidad, por parte del mundo laboral, de profesionales que sepan moverse en entornos internacionales y sean capaces de tomar decisiones complejas, con una visión global de los problemas y sus soluciones. Esta metodología adquiere una gran importancia en un momento tan crítico como el actual, en el que el mercado laboral cada vez es más exigente a la hora de contratar a jóvenes. Así, es de vital importancia que las instituciones educativas tengan un contacto estrecho con el mundo empresarial.
La metodología responde a la necesidad de formar profesionales que se adapten al mercado
De hecho, a diferencia del sistema educativo español, el de Estados Unidos se caracteriza principalmente por su gran conexión con el área profesional, que se traduce en unas metodologías de enseñanza eminentemente prácticas, basadas en proyectos, retos y trabajos, y en un sistema de evaluación continua enfocada a la adquisición de competencias.
Otra de las características que más llama la atención de la metodología implantada por esta institución es que la enseñanza está basada en un sistema mensual, en lugar de en cuatrimestres como en el caso español. De esta forma, se estudia una materia por mes desde diferentes perspectivas, permitiendo que se concentre todo el esfuerzo sobre ella y el estudiante pueda profundizar al máximo los conocimientos durante esas semanas. Este modelo facilita la participación de profesionales procedentes de compañías relevantes a través de las actividades incluidas en el curso, ya sean retos, también llamados "challenges" o experiencias inmersivas, "boot camps".
Cinco pilares
Todo el esfuerzo y trabajo que Schiller ha llevado a cabo y sigue realizando actualmente conforma un proyecto educativo sólido basado en cinco pilares. En primer lugar, la oferta académica internacional, flexible, de calidad y enfocada en la empleabilidad con una apuesta por las disciplinas tecnológicas, como elemento formativo diferenciador y transversal. En segundo lugar, destaca la relevancia que le dan a la sostenibilidad: no solo la han incorporado en sus programas educativos, sino que también la han integrado de forma transversal en la organización. También han priorizado los acuerdos con instituciones y empresas internacionales, con el objetivo principal de acercar los programas de SIU a las necesidades de las compañías. Desde la universidad han impulsado la coordinación entre los campus para proporcionar una experiencia internacional única a los estudiantes y, finalmente, se está trabajando en la integración de los sistemas de tal forma que la digitalización esté presente en todo el proceso.
Los primeros resultados de esta estrategia ya se están poniendo de manifiesto. El primer cambio sustancial es la inclusión de programas STEM (Digital Business, Computer Science, Applied Mathematics, etc), además de la sostenibilidad, en una oferta formativa que, hasta hace un año, se centraba en las áreas de negocios, economía y relaciones internacionales.
La universidad integra la tecnología como elemento formativo diferenciador
Son cuatro los campus que conforman Schiller International University: Madrid, Heidelberg (Alemania), París y Tampa (Florida, EEUU). Esta variedad internacional permite que los alumnos puedan estudiar sus programas en cualquiera de los campus que ofrezca el grado en el que estén matriculados. Además, aquellos que hayan cursado el último año de su grado en Tampa pueden realizar sus prácticas profesionales en Estados Unidos gracias al OPT (Optional Practical Training), el programa que permite a los estudiantes internacionales que tengan una visa de estudiante en los Estados unidos trabajar hasta 12 meses en relación con su especialización de estudio.
Además del título americano y europeo, Schiller está incluida en las listas blancas de varios gobiernos de países de todo el mundo, como China.
La oferta formativa de Schiller es muy variada. Cuenta tanto con programas de grado, máster y continuing education, así como la posibilidad de estudiar algunos programas en modalidad online. Todos los programas se basan en Relaciones Internacionales y Diplomacia, Negocios y Economía, Turismo, STEM y Sostenibilidad. De cara al curso que viene Schiller lanza las siguientes novedades de grado: el Bachelor in Digital Business (en colaboración con ISDI), el Bachelor in International Marketing, el Bachelor in Computer Sciences y el Bachelor in Applied Mathematics.
En cuanto a los programas MBA, cuenta con el Master in Business Administration (MBA), y los MBAs en Management of Information Technology, en International Hospitality & Tourism Management y en International Business, además del MBA Executive.
Finalmente, su oferta académica incluye los másters en International Relations & Diplomacy, en International Management (MIM) y, a partir de 2022, en Computer Software & Media Applications, Global Trade & Finance y Sustainability.