Más de la mitad de los participantes del programa europeo de intercambio Erasmus+ se vio en la obligación de cancelar su estancia en el país en el que se encontraban para volver a sus ciudades de origen. Lo que en un principio resultó ser una crisis sanitaria, acabó afectado a todos los sectores de la sociedad a través de un parón de la actividad total en muchos países europeos.
La llegada de la pandemia conocida como Covid-19 ha alterado el calendario de la educación española y ofrece un escenario de incertidumbre en los próximos meses. Todos aquellos estudiantes que habían iniciado el año 2020 con una nueva experiencia reflejada en el Erasmus han visto cómo sus planes y vivencias se han visto canceladas.
A pesar de que en algunos países la vuelta a sus respectivos hogares era obligatoria, algunos jóvenes decidieron quedarse confinados y vivir esta experiencia en estas regiones. Según los datos conocidos por la Comisión Europea, prácticamente el 60% de los participantes del programa se vio obligado a anular su intercambio y regresar. Actualmente, las clases online se han convertido en la herramienta a través de la cual los alumnos se siguen formando en sus universidades. Ante estas circunstancias tan novedosas, la duda de cómo será la movilidad estudiantil en un futuro es una de las preocupaciones de los jóvenes universitarios, pero está todavía lejos de esclarecerse.
¿Qué pasa con la beca?
La parálisis total de la educación presencial y la vuelta de muchos estudiantes a sus hogares propició que éstos empezaran a preguntar por las becas del programa. A principios de abril, Bruselas publicó una guía para orientar a los alumnos afectados por el coronavirus. En dicho documento, la Comisión recalcó que aquellos que mantuvieran las clases a distancia o tuvieran que afrontar gastos de alojamiento relacionados con su intercambio, podrían mantener la cuantía.
Desde la Comisión Europea piden flexibilidad. Así, los proyectos que se hayan visto interrumpidos, sin poder alcanzar los objetivos, pueden prorrogarse 12 meses, hasta una duración máxima de 36 meses. Es decir, un estudiante que se hubiera ido al exterior durante un año y que no haya logrado cumplir los objetivos del curso, puede quedarse ampliando la beca.
Aún así, indican que cada universidad puede aplazar la beca Erasmus según las directrices facilitadas por la Comisión Europea para poder continuar con la financiación.
Programa líder
Más de 40.000 universitarios españoles se acogen cada año a la beca erasmus para estudiar en el extranjero. El desconocimiento sobre si este intercambio se podrá realizar en los próximos años ha llegado ya a las universidades. En este sentido, el Ministerio de Universidades y la Agencia Nacional de Erasmus+ en España (SEPIE) se encontraban trabajando en la convocatoria del curso 2020-2021 cuando el proceso se frenó en seco por la aparición de la pandemia. Las universidades españolas han retrasado la publicación del listado de asignación de plazas prevista para principios de abril a la espera de cómo evoluciona la situación.
Las universidades españolas han retrasado la publicación del listado de asignación de plazas
Desde la SEPIE han señalado que la convocatoria de Erasmus para el próximo curso académico se mantiene, aunque se reconoce que por la situación actual el programa está sometida a la flexibilización de las normas. No obstante, el coronavirus no es la única incertidumbre, ya que este programa también se encuentra pendiente de la aprobación del Marco Financiero Plurianual de la Unión Europea para el periodo 2021-2028.
Por su parte, la European Student Network, considerada como la mayor organización internacional de estudiantes que da apoyo a los Erasmus, está trabajando con la posibilidad de que haya alguna alteración en los calendarios y en las fechas, pero están convencidos de que en un futuro quien quiera hacer este programa, podrá realizarlo.
Estudiantes extranjeros
A lo largo de la historia del Erasmus, España es conocido como uno de los países que más alumnos extranjeros recibe en el programa de movilización. De hecho, antes de la pandemia, la SEPIE confirmó que se mantenía líder en la clasificación para el próximo curso. La situación tan dramática por la que está pasando ahora esta nación podría poner en peligro todas las solicitudes que habría recibido hasta el momento. A pesar de que es difícil valorar cuántas de estas candidaturas se mantendrán dado el impacto del coronavirus, muchos estudiantes podrían reconsiderar su postura y optar por otro país, debido a la fuerza con la que la Covid-19 ha atacado a España.
Durante este curso, son más de 50.000 estudiantes los que realizan su Erasmus en España atraídos por la cultura, el idioma, el clima o la gastronomía de este país. Alemania es el segundo en el ranking con 34.497 estudiantes, seguido de Reino Unido con 31.727, aunque podría perder este puesto por el Brexit y el miedo de los estudiantes a la posterior convalidación del título.
El programa suma ya 33 años de historia y ha movido a más de 30 millones de jóvenes europeos. Uno de sus principales éxitos es el papel integrador que tiene, porque permite a los jóvenes cambiar su manera de ver Europa y de vivir en la Unión Europea. En esta misión las universidades españolas juegan un gran rol. Concretamente, la Universidad de Granada (UGR) es la primera institución europea en movilidad de estudiantes del Erasmus en España. Pilar Aranda, rectora de la UGR cree que será necesario una adaptación del programa al menos de cara al primer cuatrimestre del curso que viene. No obstante. no considera que la actual situación sanitaria ponga en cuestión la continuidad futura del programa Erasmus. De hecho, entiende esta movilidad como una de las "fortalezas" de la Unión Europea en un momento en el que se está cuestionando a esta última.
Cifras de movilidad
España es el primer destino elegido por los alumnos que solicitan las becas Erasmus en Europa. Cada año acoge a una media de 40.000 estudiantes, un 14,6% del total. Este país, junto con Francia y Alemania son las regiones que más estudiantes han enviado a estudiar fuera de sus fronteras. Los tres jugarán un papel clave en el objetivo que se plantea la Comisión para el periodo 2021-2027: triplicar el número de participantes.