
Mastercard entiende el patrocinio de eventos deportivos como una forma inmejorable de comunicar con las pasiones de los aficionados de todo el mundo. Por eso apunta a las competiciones más prestigiosas -Champions League, Roland Garros...- para proporcionar experiencias únicas a sus clientes.
Unas 61.000 almas respiran en el Estadio Olímpico de Kiev, el segundo más grande de Europa del este. Es la noche de un día sin nubes con buena temperatura. Un 26 de mayo diferente a todos los mayos, y el césped es, más que un pedazo de tierra, un escenario en el que está a punto de librarse la batalla por el trofeo de clubes más prestigioso del fútbol europeo: la Champions League. Disputar un partido así, 90 minutos en los que a menudo se decide una temporada; palpar la electricidad del ambiente, la humedad de la hierba, la implacable luz de los focos. ¿Cómo saber qué se siente?
La mejor aproximación -cuando uno no juega en el primer equipo del Liverpool FC o el Real Madrid CF- la proporciona Mastercard: la empresa que opera la red de pagos más rápida del mundo, con 56.000 millones de transacciones al año. Pero, ¿cómo?
En realidad, la respuesta la tienen los 22 niños que, gracias a Mastercard, salen al campo de la mano de algunos de los mejores futbolistas del mundo. Son los player escorts, una de las manifestaciones más singulares de la estrategia de patrocinios deportivos de la multinacional con sede en Nueva York. La filosofía es siempre la misma: conectar al consumidor con experiencias que no tienen precio.
La pasión como divisa
La relación de Mastercard con la Champions League comienza en 1994. En febrero, la firma selló un nuevo acuerdo con la Uefa para seguir patrocinando la competición durante el periodo 2018-2021. Consolidada su reputación en su sector, el planteamiento de Mastercard -a través del concepto Priceless- es la de asociarse con los eventos deportivos de mayor renombre, y brindar a sus clientes la posibilidad de vivir momentos irrepetibles.
La compañía tiene identificadas nueve grandes pasiones sobre las que trabajar. El deporte es una de ellas, y el fútbol es una plataforma particularmente atractiva. A partir de ahí, Mastercard trabaja con entidades -por ejemplo, los bancos- y ofrece promociones a los clientes para que vivan su pasión de maneras que de otra forma serían imposibles.
La Champions League reúne todos los requisitos: es una competición solo entre los mejores, y su alcance es masivo y global. A diferencia de otros grandes campeonatos, se celebra cada año y dura nueve meses -de septiembre a mayo-. Contrariamente a lo que a veces se supone, la final de este torneo es de lejos el acontecimiento deportivo más seguido del mundo. De acuerdo con CNN, 350 millones de personas la siguen por televisión, y la audiencia anual acumulada ronda los 1.700 millones de espectadores. A través de la Champions, Mastercard se dirige a todos los fans del fútbol, en todo el mundo.
A este respecto, cabe reseñar la iniciativa lanzada por la empresa el pasado mes de febrero, en el marco de su campaña Comienza algo priceless. Con la colaboración de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Pelé, Mastercard lanzó un corto en 22 idiomas en el que 22 forofos de diferentes partes del mundo disputan un partido en el que hay en juego 11 entradas para la Champions.
El encuentro es un reflejo de la diversidad del torneo -70 nacionalidades en la temporada 2017-2018- y, pese que solo puede haber un equipo ganador, el corto muestra que al final de los 90 minutos los 22 reciben una sorpresa inolvidable: levantar el trofeo con Pelé. El corto se grabó en el estadio Vicente Calderón; fue el último partido amateur que se disputó en el campo antes de su clausura.
La firma organizó un partido amateur en el Calderón con Pelé
La campaña que anima la película busca inspirar a la gente para que persiga su pasión y transforme los pequeños momentos en recuerdos increíbles. Pelé recordó que, cuando era joven, su padre le auguró éxito como futbolista, pero le señaló que por encima de todo, debía ser buena persona. "Aunque todos amamos la competición ligada con el deporte, es más importante lo que hacemos como personas dentro y fuera del campo", afirmó el astro brasileño, autor de 1.283 goles en toda su carrera.
Pelé destaca tres momentos priceless de la Champions League: el momento en que Éric Abidal, que había superado un cáncer, levanta el trofeo tras ganar la final con el FC Barcelona en 2011; el gesto de Oliver Khan, portero del Bayern de Múnich, que prefirió consolar a su rival en el Valencia CF, Santiago Cañizares, antes que celebrar el triunfo de su equipo, en 2001; y, por último, la ovación de los aficionados del Manchester United a Ronaldo tras marcar un hat trick con el Real Madrid en Old Trafford, en los cuartos de la temporada 2002-2003.
Una relación con la excelencia
Mastercard apoya asimismo otros eventos de gran proyección internacional en el mundo del tenis. La entidad patrocina dos de los cuatro Grand Slams, los campeonatos de tenis más reputados a escala global. Roland Garros es el torneo disputado sobre tierra batida más prestigioso del mundo. En 2017, 470.000 espectadores acudieron al estadio homónimo para presenciar una competición plagada de estrellas, entre las que se contaban Novak Djokovic, Dominique Thiem, Angelique Kerber o Simona Halep -sin olvidar a Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza-.
Mastercard también patrocina el Abierto de Australia, que en 2018 tuvo como ganador a Roger Federer, actual número dos de la clasificación de la ATP. El torneo fue retransmitido en más de 220 territorios, a través de más de 65 canales de televisión, con una audiencia global de 900 millones de hogares. La compañía también patrocina el Miami Open, uno de los nueve ATP World Tour Masters 1000, -los torneos más importantes después de los Grand Slams-.
A ello se suman otras colaboraciones de índole global, como el patrocinio de dos torneos del PGA Tour, el principal circuito norteamericano de golf profesional masculino: el Abierto Británico de Golf y el Arnold Palmer Invitational. En rugby, Mastercard patrocina el Mundial de 2019, que se celebra por primera vez en Asia, concretamente en Japón. Es la novena edición de esta competición en la que participan 20 equipos de todo el mundo.