España afronta estos días el mayor reto al que se ha enfrentado en su historia moderna: volver a ser, pero siendo más fuerte. Después de duros meses marcados por el dolor ante la masiva pérdida de vidas y la incertidumbre ante el futuro, toca remontar el partido sacando todo lo mejor de nosotros mismos. Y el deporte, como realidad social, económica y cultural de primer orden, está siendo y será clave en el proceso de reconstrucción.
Una sociedad activa es una sociedad sana. La práctica deportiva y una actividad física adecuada y regular nos hacen más saludables y garantizan el bienestar de todos. Es el momento de que un comportamiento activo entre a formar parte de nuestros hábitos de vida. Está en juego nuestra salud.
Con la vuelta a los entrenamiento y el reinicio de las competiciones oficiales cuando la situación sanitaria lo permitió, el deporte se situó en primera línea en el proceso de retorno a la nueva normalidad. Durante los peores días de la pandemia, nuestros mejores deportistas han sabido estar a la altura. Su conducta ha sido ejemplar, quizá porque nadie mejor que ellos refleja la capacidad del ser humano para enfrentarse a la adversidad.
Y nuestro fútbol, con generosidad hacia el resto de deportes y predisposición hacia el interés general de todos los aficionados, ha desempeñando un papel fundamental como locomotora económica para todo el sector.
Convencidos del papel del deporte, desde el Consejo Superior de Deportes seguiremos tomando medidas para impulsar el tejido deportivo. El Gobierno ha aprobado la convocatoria de las subvenciones a las federaciones por un valor de más de 50 millones de euros. Muchas empresas ya se han podido acoger a las líneas de avales para garantizar su viabilidad, y los deportistas más vulnerables se pueden beneficiar de un fondo de contingencia de 10 millones de euros.
Y seguimos trabajando en coordinación con las comunidades autónomas y todos los agentes deportivos en el marco del Grupo de Tareas para el Impulso al Deporte (GTID) porque pensamos que es el momento para avanzar hacia un nuevo modelo para el deporte español.
En el año 475 a. de C. una invasión de los persas destruyó la ciudad de Mileto, en la antigua Grecia. Su reconstrucción fue designada a Hipódamo de Mileto, el primer urbanista con criterio científico. La ciudad se alzó de nuevo, pero la gran aportación de Hipódamo fue realmente la creación de un nuevo modelo de urbanismo racional y geométrico que sirvió de referencia para urbes posteriores. Es la razón por la que pasó a la historia y un ejemplo clásico de la oportunidad de la adversidad para volver a ser, siendo más fuerte.