España

España decrecerá el 1% en 2013, el doble de la previsión del Gobierno

  • El Ejecutivo se mantiene optimista en su previsión del -0,5% para el próximo año
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: Foto: Archivo

El paro sigue alto, la prima de riesgo, aunque ha bajado de los 500 puntos se mantiene en niveles inaceptables, la demanda interior continúa deprimida, y, para colmo, tras el último ajuste de 65.000 millones de euros, que va a mermar todavía más la actividad, conocemos que el Plan bianual enviado a Bruselas hace unos días eleva el ajuste por encima de los 102.000 millones de euros.

Con este panorama de fondo, el Ejecutivo no ha rebajado sus previsiones de crecimiento para 2013, año en el que estima que el PIB retrocederá un 0,5%. Algo no muy creíble para los expertos consultados por este periódico, ni para algunas entidades españolas, ni tan siquiera para el FMI, pues la mayoría apuesta por una caída que dobla la estimación del Gobierno: el 1%.

Vayamos por años. Respecto a las previsiones para 2012, la mayoría de expertos consultados por este periódico, en cambio, considera que el Gobierno no debe modificar sus proyecciones, (-1,5%) ya que la economía cerrará el ejercicio en una horquilla que comprenderá una caída de entre el 1,5 y el 2%, aproximadamente.

Aunque Fernando P. Méndez, miembro del Consejo Editorial de elEconomista, matiza: "Vamos a apostar por no llegar a un 2% de contracción porque eso sería catastrófico".

El catedrático de Economía de la Universidad San Pablo CEU Rafael Pampillón calcula que la economía española mantendrá el ritmo en 2012, y explica que las expectativas son "malas", pero las cosas van a seguir "más o menos igual", por lo que cerraremos el año, cree, con una caída entorno al 1 ,7 y el 2%. "El recorte del gasto público frena y resta crecimiento", recuerda .

El "efecto Rajoy" es limitado

Cuando se les pide a los expertos que pasen las páginas del calendario hasta 2013 , la mayoría de ellos reconoce que la contracción puede ser superior a medio punto porcentual. De hecho, hay quien supera en más de punto y medio las previsiones del Ejecutivo.

Los motivos son ya de sobra conocidos: los ajustes, que impactarán en la recaudación impositiva, mermando más aún el consumo, la incertidumbre en torno al euro, que oculta los avances del Gobierno, y los intereses electorales de la canciller alemana Angela Merkel, que, de cara al electorado germano, la llevan a atar en corto al BCE, único organismo, junto con el fondo de rescate, capaz de relajar la furia vendedora de deuda española.

Los informes, pesimistas

Por otro lado, los últimos informes sobre las perspectivas económicas de nuestro país no han sido en absoluto halagüeños. Uno de los últimos en hacerlo ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha empeorado sus previsiones sobre el crecimiento de nuestro país, en unas proyecciones que ya recogen el impacto del último tijeretazo del Gobierno. Así, ahora el organismo espera una contracción del 1,7% para este año y del 1,2% el próximo, un 0,2% y un 0,6% más respectivamente que en sus estimaciones de primavera.

El mismo argumento que emplearon desde S&P cuando anunciaron un empeoramiento en sus perspectivas para la economía española. Para la agencia de calificación crediticia, la economía caerá también un 1,7% en 2012, dos décimas más que en su anterior informe; y un 0,6% para el siguente, una décima más deteriorada.

Pero para cumplir con la contracción del 1,5% de este año, del próximo y, por supuesto, para invertir la tendencia, España necesita el apoyo de sus socios europeos. Fernando P. Méndez reitera que las decisiones que toman los organismos internacionales tienen un impacto superior al que puede tener cualquier medida que adopte el Gobierno que preside Mariano Rajoy. "El problema son las incertidumbres en torno al euro", explica el experto.

Lo mismo que opina la propia directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien tras elogiar recientemente las medidas del Ejecutivo, reconocía: "Hay factores que están trabajando para que la economía española gane competitividad, pero a la vez elementos externos que nublan el horizonte, como la incertidumbre de hacia dónde va la eurozona".

El catedrático Pampillón también admite que un "espaldarazo" de nuestros socios europeos serviría para mejorar la economía española de cara al próximo año.

Además recuerda que un apoyo por parte de nuestros socios relajaría la prima de riesgo y, por lo tanto, abarataría nuestra financiación, lo que se traduciría en una optimización de los gastos del Estado.

Para prueba, la fiesta que vivió el Ibex y la relajación de la prima de riesgo tras las declaraciones del presidente del BCE garantizando que haría "todo lo necesario" para salvar al euro. Y el posterior desplome sufrido por la decepción de la reunión del BCE, pese a las felicitaciones llegadas del FMI y de S&P por los ajustes realizados por el Ejecutivo español.

Previsiones de BBVA

Sin abandonar España, BBVA lanzaba hace pocos días el Informe sobre la Situación de España correspondiente al tercer trimestre de 2012. Los datos eran duros: si en mayo, la entidad esperaba que nuestra economía cayera un 1,3% este año, ahora cifra el golpe en un 1,4%. Pero las perspectivas para 2013 son aún más dolorosas. En tres meses, la entidad que preside Francisco González ha pasado de esperar un crecimiento del 0,6% a vaticinar una caída superior al 1%, en concreto del 1 ,4%.

Los motivos que alega la entidad coinciden con la de los expertos consultados: Europa. O mejor dicho, los líderes europeos. "La falta de certidumbre sobre las políticas que han de resolver los problemas de solvencia y liquidez a nivel europeo, así como en las que deben eliminar las incertidumbres de los mercados sobre el riesgo de ruptura del euro", alega la entidad.

Por su parte, Pedro Sastre, desde Banca March, también opina que sería razonable que el equipo económico de Rajoy revisara las previsiones de crecimiento a la baja. Sastre hace referencia a las medidas que se han tomado sobre los impuestos y que van a tener un impacto directo en el consumo, y destaca el alza del IVA. Sin embargo, no pone cifras al empeoramiento de estas previsiones.

Desde Mansolivar IAX, Ruben Manso considera que una previsión de caída del 0,5% para el próximo ejercicio es pequeña. "Parece más realista una contracción del 1%, o incluso superior", considera.

El Ejecutivo, mejor prudente

Sin embargo, hay expertos que consideran prudente la opción del Gobierno de no cambiar, por el momento, las proyecciones para 2013. Entre ellos, Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), quien no considera demasiado optimista una previsión de decrecimiento del 0,5% para el próximo año. Justifica su opinión en la mejora experimentada en el empleo, y destaca la construcción. Aunque admite que se trata de un factor estacional, al menos ahora se ha conseguido ese efecto.

También desde el IEE, su vicepresidente, Juan Iranzo, cree que la previsión es acertada. E incluso podría ser más optimista, siempre que la situación internacional mejore, matiza.

Desde Natixis Equipo Económico discrepan en una cantidad muy elevada de las previsiones del Ejecutivo. A principios de este mismo mes, se esperaba un retroceso del 1,4% para el próximo ejercicio. Sin embargo, han empeorado sus estimaciones hasta el 2,1%.

Pese a ello, Carlos Perelló no cree que el Ejecutivo debiera empeorar sus perspectivas: "Éste debe ser más optimista que el mercado y además siempre es posible un efecto positivo por parte del resto del mundo o reducción de los costes financieros o volatilidad que mejore las expectativas del mercado", explica. No obstante, confía en que el Gobierno tenga en cuenta en sus perspectivas de ingresos del Estado, que el crecimiento podría ser peor. "El Gobierno debe trabajar para obtener lo mejor, pero debe ser precavido internamente", subraya Perelló.

El profesor Pampillón, por su parte, también se muestra comprensivo con el Ejecutivo cuando éste se queda corto al anunciar sus previsiones de caída . "Es algo habitual en los Gobiernos" para generar expectativas y confianza y no crear un ambiente basado en el catastrofismo, argumenta el catedrático.

No todo depende de Europa

Sin embargo, no se puede culpar de todo a los organismos internacionales. España es un país exportador, y puede aprovechar para compensar, en la medida de lo posible, la caída de la demanda interna con las ventas en el exterior.

El profesor del IESE José Ramón Pin Arboledas, por su parte, no apuesta por que la exportación y el turismo puedan por sí solos compensar todo el aumento del desempleo que nuestro mercado laboral está padeciendo. "Da la impresión de que la economía española se va a basar en la exportación -que ha recuperado niveles previos a 2008- y en el turismo", lamenta el profesor Pin Arboledas. 'Aunque precisamente una mejora en el contexto internacional es lo que hace considerar a Juan Iranzo, vicepresidente del IEE, que las previsiones del próximo ejercicio de una contracción de medio punto porcentual que anunció el equipo económico deRajoy son "realistas". Y va más allá: "Incluso si mejora la situación internacional, la caída podría ser inferior", matiza Iranzo en declaraciones a este periódico.

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