Se conoce como "Changemaker" a aquellas escuelas que "se han adaptado a las necesidades educativas actuales, en sintonía con un mundo en cambio constante, y además son las generadoras de los cambios sociales del futuro", así lo explica Ashoka, organización sin ánimo de lucro y responsable del proyecto. César Bona, maestro y participante del Global Teacher Prize en la edición 2015, ha visitado estos siete centros y ha contado su experiencia en el libro Las escuelas que cambian el mundo.
¿Cómo vivió la experiencia en las Escuelas Changemaker?
Lo que muchos soñamos existe en muchos centros. Hay escuelas e institutos en los que se escucha a los niños, en los que se les invita a participar en el centro y en la sociedad y en los que el factor humano y el compromiso social son una parte fundamental. La escuela, la sociedad, la familia han de ser un ente indivisible. Tenemos que ser conscientes que tenemos que educar seres sociales, que es lo que somos. En el libro hablo de mi inmersión en estos centros. La experiencia me cambió como persona y como maestro ya que tienes la oportunidad de hablar con los maestros de la red, con las familias y con los chicos y chicas, que es muy importante.
¿Qué giro se le está dando a la educación?
Los chicos son habitantes del presente. Es ahora cuando hay que invitarles a ser partícipes de la sociedad y que sean conscientes del bien que pueden producir. Ese giro no depende de los maestros solo, depende de toda la sociedad. Los padres y madres tienen un papel muy importante.
En este giro hay que saber valorar lo que tenemos cerca, que parece que nos cuesta. Los siete centros Changemaker son un ejemplo. Una reflexión que me hago es si la sociedad está preparada para el cambio que esa sociedad pide. También hay que dar valor a la profesión docente. La familia es el primer órgano educativo, la escuela digamos que el segundo, pero la sociedad no te imaginas como educa. Un mal gesto de un futbolista en un partido de fútbol son miles de malos gestos en el recreo del lunes. Por eso es importante la responsabilidad social.
¿Cuál es la mejor manera de impartir clases?
No existe una fórmula mágica. Hay que ser conscientes que los docentes somos modelos para los niños, siempre. También que los niños, como todos, tienen la necesidad de sentirse queridos, escuchados y útiles. Pedimos a los niños que sean educados, respetuosos, que vengan con ilusión a la escuela? pero nosotros somos los primeros que tenemos que tenerlo dentro. Hay que pedirles lo que nosotros podemos ofrecer.
¿A qué retos se enfrenta un profesor en la actualidad?
La profesión de maestro es tremendamente importante y la escuela es el mejor lugar para ayudar a las familias a educar a sus hijos. Es importante que pensemos que tipo de sociedad queremos y que lo que queramos para la sociedad debemos promoverlo en la escuela. La escuela es un lugar muy bonito para invitar a los niños y niñas a mirar alrededor y que intenten usar el conocimiento para mejorarlo.
¿Cómo ve las nuevas generaciones?
Los niños y niñas siempre van a ser niños y niñas y los adolescentes tienen sus particularidades y tenemos que entenderlos. Muchas veces miramos la infancia y la adolescencia con ojos de adulto y se nos olvida que nosotros fuimos niños. Pocas veces pensamos como niños. Además ahora cuentan con la tecnología. Debemos pensar en el uso responsable de esa herramienta que nosotros no teníamos.
Respondiendo a la pregunta, cuando les invitas a mirar alrededor, a que sean un ejemplo, responden maravillosamente.
¿Cree que la tecnología y las formas de crear contenido les influye?
Todo evoluciona, también la educación y no podemos seguir pretendiendo que nuestros hijos sean educados como lo hemos sido nosotros.Para mí no existe lucha entre escuelas tradicionales e innovación.
La información viene de todos los sitios y los youtubers son el referente de muchos de ellos. Están contribuyendo, no digo ni bien mal, a la educación de los niños y niñas y aquí recalco esa responsabilidad social. Cada palabra que decimos influye en las personas que tenemos alrededor, por lo que hay que intentar que esa influencia sea positiva.
Hay que darles herramientas para ahora y preguntarnos como lo estamos haciendo y para qué. Por ejemplo, en el centro Padre Piquer, que forma parte de la red de Ashoka, todos los días preguntan a los chicos qué han aprendido y para qué. No podemos seguir viéndolos como recipientes que tenemos que llenar. En educación el verbo escuchar y compartir son muy importantes.
¿Cómo vivió la nominación al Global Teacher Prize?
Como un regalo. Todo lo que ha sucedido desde entonces han sido regalos. La posibilidad de viajar, de conocer las cosas maravillosas que se hacen, el poder ver como muchos maestros están deseando formarse y ponen dinero de su bolsillo para ello? además de conocer personas que viven la profesión con esta pasión. He aprendido muchísimo y estoy muy agradecido.
¿Qué es lo más importante para ejercer la labor docente?
Yo no soy quién para dar consejos pero quien quiera ser maestro o maestra tiene que saber que es un privilegio. No es una profesión fácil. Tienes una responsabilidad muy grande. Lo más importante que debes tener es actitud, espíritu de trabajar en equipo, ser consciente que vas a ser modelo y que por lo tanto debes ser curioso, creativo, todas las cualidades que consideres que son positivas en un ser humano debes intentar tenerlas para luego decirles a los niños y niñas: "os invito a que miréis alrededor y hagáis lo posible por mejorar el mundo dónde vivís".