Energía

Las energéticas salen de compras por 150.000 millones

  • Los acuerdos con renovables, tendencia en el sector petrolero y de gas
Foto: Archivo

La batalla entre Iberdrola y Enel por hacerse con el control de Eletropaulo, la mayor distribuidora de electricidad de Brasil, se ha convertido en una de las operaciones más relevantes en el mes de abril. Coincidiendo con la ampliación de capital anunciada por la firma brasileña -58,9 millones de acciones-, al cierre de esta edición Iberdrola (a través de su filial Neoenergia) se ha comprometido a adquirir el 80% de dicha ampliación y el lanzamiento posterior de una opa por un mínimo del 51% de los títulos. El valor total de la operación alcanzaría un máximo de 1.587 millones de euros. Por su parte, Enel ha prometido una ampliación de capital de, al menos, 355 millones de euros, que lanzaría tras la opa presentada hace unos días por la mitad más una de las acciones de la distribuidora brasileña, alcanzando un montante de 1.470 millones. | Más noticias en la revista digital gratuita elEconomista Energía.

La actividad de fusiones y adquisiciones en el sector de la Energía, Minería y Utilities (EMU) a nivel global en el primer trimestre del año también ha sido bastante intensa, a pesar del ligero descenso en el número de operaciones registradas. Según el último informe elaborado por Mergermarket, entre enero y marzo de 2018 se realizaron un total de 311 transacciones -85 menos que en el primer trimestre del año anterior-, por valor de 170.000 millones de dólares. De esta cantidad, el 90% se destinó a operaciones relacionadas con el sector de la energía, mientras que el 10% restante se repartió entre los sectores minero (6,2%) y el de las utilities (4,5%).

Los asesores legales y financieros han jugado un papel fundamental, acompañando a sus clientes en las diferentes etapas del proceso. Por el lado financiero, los tres primeros puestos del ranking por valor de la operación lo ocupan Citi, Perella Weinberg y Goldman Sachs. Por la parte legal, suben al podio Linklaters, Allen & Overy y Milbank Tweed Hadley & McCloy.

El valor de transacción en este trimestre, según recoge el informe, experimentó un descenso del 4,6% en comparación con el mismo periodo de 2017, pero en línea con la tendencia global de menor actividad. Los aranceles impuestos por Trump a las importaciones de acero y aluminio en marzo pasado -del 25 y 10%, excepto a México y Canadá que, de momento, quedan exentos-, y en las primeras etapas de una guerra comercial con China, ha dejado a muchos negociadores en periodo de cautela. Al igual que en otro tipo de negocios, en el último año estos tres sectores han experimentado un pequeño cambio estructural -ampliamente dominado por transacciones de petróleo y gas-, con una clara tendencia hacia las tecnologías verdes. Aunque países como EEUU han apostado, en los últimos tiempos, por políticas que benefician a la industria del petróleo de esquisto, carbón y gas natural, el resto de países a nivel mundial han comenzado a invertir con más fuerza en proyectos renovables, principalmente solares, eólicos y de geotermia.

En el caso de Europa, las renovables están experimentando un aumento en la actividad de fusiones y adquisiciones a medida que el mercado madura y se mueve más allá de la dependencia de las ayudas de los gobiernos. La tecnología y las economías de mercado están ayudando a estos activos renovables, con compradores interesados en invertir en estas industrias crecientes en el continente europeo; de ahí que el informe no descarte un cambio en el perfil de los interesados en futuras adquisiciones.

E.ON encabeza el 'ranking'

La operación más importante llevada a cabo en el primer trimestre del año ha sido el acuerdo alcanzado por los dos gigantes energéticos alemanes, E.ON y RWE, por el control de Innogy, por un valor ligeramente superior a los 46.000 millones de dólares (37.750 millones de euros), operación que servirá para reestructurar la industria energética en este país. Fruto de ella, E.ON se hará con los negocios minoristas y de redes de ambas compañías, mientras que RWE tomará posesión de los activos de renovables controlados por E.ON e Innogy.

Este intercambio de activos supone el fin de las empresas integradas del sector energético en Alemania y la especialización por negocios, en línea con la decisión del Gobierno de Angela Merkel de realizar la transición energética -Energiewende-, dejando de lado patrones de consumo de energía basados en carbono para centrarse en fuentes renovables, eficiencia energética y desarrollo sostenible. En el horizonte está la fusión entre la británica SSE y nPower -ésta última filial local de Innogy-, actualmente en revisión por la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA).

El segundo gran megacontrato en energía, esta vez en EEUU, ha sido el cierre del acuerdo por parte de Dominion Energy para comprar la firma eléctrica Scana por 14.300 millones de dólares.

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