
Endesa prepara un incremento de su plan de inversiones para el periodo 2018-2020. La eléctrica tendrá que incluir en el mismo el crecimiento que va a desarrollar en energías renovables y que, hasta el momento, no estaba contabilizado.
La compañía que preside Borja Prado deberá incluir una inversión de casi 1.000 millones de euros para hacer frente a la construcción de los 879 MW que la compañía ganó en la reciente subasta de energías renovables, lo que llevará previsiblemente a que la cifra global de inversión para este periodo supere ampliamente los 5.000 millones.
La firma compró en su día la participación de Enel Green Power España a su matriz Enel que tenía 700 MW en proyectos que ahora se podrán materializar tras haber sido incluidos en la subasta.
A esta inversión en renovables se tendrá que añadir los cerca de 600 millones anuales que la compañía destina al área de distribución. Concretamente, Endesa invertirá alrededor de 1.300 millones de euros en modernizar su red de distribución en España, tal y como adelantó elEconomista.
La eléctrica firmará el próximo 21 de diciembre un crédito de 500 millones con el Banco Europeo de Inversiones para financiar esta operación que se desarrollará en algunas de las regiones más desfavorecidas.
Endesa anunció en su plan estratégico que preveía invertir 1.000 millones en la actualización de las redes inteligentes y 800 millones a la digitalización (400 millones para contadores digitales, 200 millones a controles remotos, 100 millones al proyecto Simon de digitalización de alta tensión y otros 100 millones a las redes de alta tensión y media y su telegestión). La empresa se ha fijado como objetivo mejorar la eficiencia de sus redes de distribución para poder ingresar los 40 millones que la regulación otorga como premio a esta eficiencia y rebajar los tiempos de interrupción de suministro.
A estas cantidades además habría añadirle los mantenimientos de activos que suponen casi la mitad de la inversión.
La eléctrica mantiene las previsiones de beneficio y de dividendo para este ejercicio. Endesa espera alcanzar los 1.400 millones, lo que supone una subida del 7,6 por ciento respecto al anterior objetivo de 1.300 millones; en 2018 preveía alcanzar los 1.500 millones y en 2019, los 1.700 millones pero estas cifras también podrían variar.
Endesa calcula que la descarbonización requerirá hasta 2050 una inversión de más de 300.000 millones. España necesitará 30.000 MW más de renovables en el año 2030 si se quiere cumplir con los objetivos comunitarios. Por ese motivo, la empresa apuesta por mantener tecnologías convencionales como método de transición mientras maduran tecnologías como el almacenamiento mediante baterías. En el escenario que Endesa maneja para 2020, la punta de demanda volvería a los niveles previos con 44.000 MW, pero la generación con renovables representaría el 56% y el carbón se habrá reducido a la mitad, apenas un 6%.