
Álvaro Nadal, ministro de Energía, anunció ayer en el Congreso de los Diputados que España está reclamando la introducción de salvedades en la futura normativa energética comunitaria porque el aislamiento del país, debido al escaso nivel de interconexión con el resto del continente, impide que forme parte efectiva del mercado único europeo y provoca que alcanzar los objetivos ambientales, como la penetración de las renovables, sea más caro.
El ministro cifró en 1.200 millones de euros anuales el sobrecoste que en la actualidad soporta el país por tener un 17,3% de penetración renovable con un nivel de interconexión menor que el establecido por el Consejo Europeo -el 10%- y que el de la inmensa mayoría de los socios comunitarios, lo que se traduce en mayores necesidades de respaldo con potencia firme, de redes o de gestión del sistema eléctrico.
Fuera del mercado interior
"Nosotros queremos aportar como los demás -explicó-, pero no se nos puede exigir que económicamente nos suponga un mayor coste", razón por la que España, junto con Portugal, está enfocando su negociación en la UE en relación al denominado Paquete de invierno, -las propuestas normativas para cumplir los objetivos climáticos de 2030- en introducir salvedades en los textos legales "en tanto en cuanto se mantenga la situación de aislamiento", ya que "si no formamos parte del mercado interior, todo lo demás es ficción".
Los demás países comprenden la situación y la necesidad de que la futura normativa, relativamente estricta, "tenga un cierto grado de flexibilidad con los sistemas aislados" y de que se sitúen los objetivos de interconexión -ya en el 15%- al mismo nivel de otros objetivos, como los de renovables o eficiencia energética: "Alemania lo consideró un tema prioritario y la propia Comisión ha pedido propuestas de todo tipo para acabar con el problema", aseguró.