Después de más de cuatro décadas dependiendo de los subsidios, la industria de energía renovable de Dinamarca está lista para sobrevivir por sí misma mucho antes de lo que se esperaba. | El carbón tiene los días contados en Europa
El ministro de Energía danés, Lars Christian Lilleholt, dice que "en tan sólo pocos años", los proveedores de energía renovable ya no necesitarán apoyo estatal. Lilleholt dice que es algo que no podría haber imaginado apenas el año pasado.
"Ahora estamos muy cerca de llegar" a ello, sostiene en una entrevista en Copenhague, después de recibir una serie de recomendaciones de un panel designado por el Gobierno sobre el futuro energético de Dinamarca.
La novedad representa un hito. Sin embargo, también ocurre en un momento en el que la dirección de las políticas energéticas mundiales está en duda, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuestiona los argumentos científicos del calentamiento global. Trump ha prometido resucitar la industria del carbón de Estados Unidos, y ha dejado en claro que es un enemigo de la energía eólica.
Lilleholt dice que la experiencia de Dinamarca, donde se encuentra Vestas Wind Systems A/S, (el mayor fabricante mundial de turbinas eólicas) y Dong Energy A/S (el mayor operador mundial de parques eólicos marinos), demuestra que el carbón ya no es más barato que producir energía renovable.
El carbón necesita ayudas
Más aun, esta tendencia será más pronunciada, explica Lilleholt. "Todo indica que la tecnología ayudará a que la energía renovable sea cada vez más competitiva", comenta. La energía verde es ya mucho más eficiente que en el pasado, el ministro advierte de que "hoy ya es imposible construir una nueva central eléctrica de carbón sin apoyo".
Dinamarca cumplirá la meta de cubrir sus necesidades energéticas con fuentes de energía renovable para 2050, y la la mitad de ese objetivo se logrará para 2030, sentencia el panel. Gran parte de la nueva capacidad se construirá sin subsidios, según el panel. Recomendó que todo el consumo de energía, incluida la calefacción y el transporte, pase a depender de electricidad generada con energía renovable.
Los miembros de la industria también están sorprendidos por la velocidad del cambio. Niels B. Christiansen, el máximo responsable saliente de Danfoss A/S (empresa de ingeniería que proporciona calentadores y enfriadores) vaticina que el coste de producción de energía renovable caerá por debajo de los precios de la electricidad en el mercado en algún momento entre 2020 y 2030.
"Hace un año, era discutible si los costes de energía renovable podrían bajar tanto", explica en una entrevista. "Pero ahora todo el mundo piensa que probablemente ocurrirá antes".