
Francia ha decidido evitar el riesgo de cortes de suministro eléctrico en su país y tratar de frenar la fuerte pérdida de competitividad de su industria por los altos precios de la energía eléctrica que se estaban registrando por culpa de su parón nuclear.
La Autoridad Nuclear francesa ha decidido autorizar que tres de los reactores parados (Dampierre 3, Tricastin 3 y Gravelines 2) puedan volver a conectarse el próximo martes y otros cuatro lo hagan el próximo 31 de diciembre.No obstante, tres reactores más pararán en las próximas semanas para revisiones (Tricastin 2, Gravelines 4 y Civaux 1).
España, no obstante, mantendrá la tensión en los precios de la energía eléctrica mientras que la central nuclear de Vandellós no arranque tras su proceso de recarga, así como la de Almaraz.
La decisión de Francia se toma justo en el momento más crítico. El European Network Trasmission System Operators (Entsoe) -el organismo encargado de vigilar la seguridad energética europea- alertó de los problemas que podía provocar este parón al propio país, pero también a Reino Unido y Bélgica. Para la institución, el riesgo de cortes de suministro se incrementó de forma notable en todos ellos. El documento explica además que las semanas de mayor vulnerabilidad serán las que van desde el 5 de diciembre hasta el 26 de diciembre y, posteriormente, desde el 9 al 15 de enero de 2017.
El sector nuclear galo registró la mayor indisponibilidad de centrales en los últimos diez años, con doce grupos parados o en revisión, y se esperaba que durante este próximo invierno la situación pueda complicarse si las temperaturas de diciembre se sitúan tres grados por debajo de la previsión o si llegara a bajar cinco grados menos en enero, según los cálculos realizados por Entsoe.
Según las estimaciones habituales para Francia, por cada grado centígrado de bajada de temperatura se requieren 2.400 MW de potencia en funcionamiento. Por este motivo, RTE (el operador del sistema francés) ha puesto en marcha un plan de contingencia, que prevé el deslastre de potencia mediante contratos interrumpibles equivalentes a 5.000 MW, así como en un caso extraordinario cortes puntuales de electricidad en zonas que actuarían como medida preventiva.