Las solicitudes de acceso a la red eléctrica de nuevas instalaciones renovables se han reducido a la mitad desde que en diciembre se introdujo un nuevo aval de 10 euros por kW de potencia de las futuras plantas. REE acaba de actualizar los datos y las peticiones han bajado de 76.160 MW a 37.915 MW.
La petición de acceso a las redes eléctricas es uno de los primeros pasos de la tramitación de cualquier instalación de producción de electricidad. Hasta diciembre se exigía el citado aval sólo para acceder a la red de transporte -en alta tensión-, lo que propició una burbuja de solicitudes de acceso de pequeñas instalaciones renovables a las redes de distribución, de baja y media tensión. Las centrales convencionales, como las alimentadas con gas natural, no experimentaron esta burbuja porque se conectan a las redes de transporte.
Sin embargo, el 4 de diciembre de 2015 se publicó el Real Decreto 1074/2015 -conocido como decreto escoba en el sector-, que extendió la obligación de depositar el aval para pedir el acceso a la red de distribución y dio un plazo de cuatro meses para hacerlo a las instalaciones que ya lo tuvieran, so pena de perderlo.
El resultado de la aplicación de la referida norma ya está disponible en la página web de REE: las peticiones de acceso se han reducido a la mitad y las tecnologías que más han perdido son las solares.
La burbuja se apreciaba sobre todo en las instalaciones fotovoltaicas: había solicitudes por 50.250 MW -una potencia equivalente a la de 50 centrales nucleares- y únicamente el 4,6%, unos 2.350 MW, las había respaldado presentando un aval para iniciar la tramitación del estudio de impacto ambiental. Ahora la potencia fotovoltaica con acceso ha bajado un 68,7% y asciende a 15.686 MW.
En la solar termoeléctrica también había una situación similar: contaba casi 3.000 MW en peticiones de acceso, que se han reducido un 61%, a 1.163 MW.
La eólica se queda casi igual
En cambio, en eólica y en otras tecnologías -biomasa, minihidráulica, residuos-, aunque también hay una reducción, ésta es mucho menos acusada, en parte porque sus mercados están más maduros, y en parte porque han tenido que someterse a concursos autonómicos y cumplir más requisitos.
Este último es el caso de la eólica, que apenas pierde un 7,8% de peticiones, desde los 20.979 MW hasta los 19.337 MW. Las demás tecnologías se dejan un 11,1% y se quedan en 1.729 MW.
Por territorios, son las comunidades autónomas del sur del país las que más potencia pierden, porque en ellas estaban la mayoría de las peticiones de las tecnologías solares: en Andalucía había más de 13.800 MW solares con acceso, que se han quedado en menos de 4.650 MW; en Extremadura había más de 13.100 MW y ahora hay poco más de 4.500 MW.
Pero no todo son caídas: únicamente la termosolar baja o se queda igual, como le ocurre en Aragón, Valencia y Murcia; la eólica sube en Andalucía -de 660 MW a 2.027 MW-, Aragón, Canarias, Valencia, Galicia y Navarra; la fotovoltaica logra crecer en Baleares; y las peticiones de las demás tecnologías se incrementan en Asturias y Galicia.