Las plantas de ciclo combinado han vuelto a saltar a la palestra. Durante la jornada Los Nuevos Paradigmas de la Energía, organizada por elEconomista a principios de septiembre en Madrid, el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, afirmó que la situación de los ciclos combinados en España es "insostenible". En lo que llevamos de año, señaló, "tan sólo están funcionando al 9 por ciento de utilización".
En el año 2013, el Ministerio de Industria circuló una propuesta de Real Decreto para favorecer la hibernación de estas centrales ante la situación de infrautilización de alguna de ellas, normativa que nunca llegó a aprobarse.
Considerada la tecnología más eficiente para producir electricidad a partir de recursos fósiles, con un rendimiento próximo al 60 por ciento, Villaseca recordó que "estamos a la espera de la correspondiente regulación que establezca qué hay que hacer y qué no con los ciclos". Una decisión que tendrá que tomarse, en palabras del consejero delegado de GNF, "al igual que la han tomado en países como Alemania, para que se retribuya tanto la producción de las plantas como su capacidad, es decir, el sistema contrata a las centrales y tienen que estar listas para funcionar cuando se les requiere".
La compañía, que nunca ha solicitado el cierre o hibernación de ninguna de sus plantas, cuenta con una potencia instalada en España de unos 7.000 megavatios repartidos en 10 instalaciones. En 2015, Gas Natural Fenosa tuvo una producción de ciclos combinados en nuestro país de 14.494 gigavatios hora, un 2,5 por ciento más que al año anterior.
Desde Iberdrola también solicitan al Gobierno "una normativa que garantice la disponibilidad de este tipo de plantas cuando el sistema lo requiere ante la ausencia de sol o viento". Los ciclos combinados en España, afirman desde la eléctrica, "están desempeñando un papel diferente al que tenían en su origen debido al descenso del hueco térmico, funcionando sólo como plantas de respaldo cuando fallan las tecnologías renovables".
La compañía que preside Ignacio S. Galán, que suma una potencia instalada de 5.695 megavatios en las siete plantas de ciclo combinado que tiene en España, solicitó el cierre de dos de sus instalaciones: el grupo 3 de Arcos de la Frontera -de 800 MW-, en julio de 2013, que fue denegado, y el grupo 3 de Castellón -de 793 MW-, en noviembre de 2014, que sí fue admitido; sin embargo, ante la incipiente recuperación de la demanda eléctrica en España, la compañía decidió, en 2015, no proceder a su cierre.
El conjunto de todas sus plantas, que suponen el 28,3 por ciento del parque de generación total de Iberdrola en el país, han producido durante los seis primeros meses del año 1.100 GWh, un 44 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, aportando el 3,2 por ciento de la producción total de la compañía en España, que ascendió a 34.155 GWh entre enero y junio de 2016.
Solución parcial
Aunque los ciclos combinados están obteniendo del mercado actual una retribución muy por debajo de sus costes, desde EDP también consideran que la presencia de este tipo de instalaciones y de otras centrales gestionables "es necesaria para los casos en los que no haya suficiente generación con renovables o para asegurar que la generación se iguala instantáneamente a la demanda".
La compañía, que no ha solicitado hasta la fecha el cierre temporal o definitivo para ninguno de sus ciclos -que suman una potencia de 1.700 MW-, considera que la hibernación por sí sola "hubiera sido una solución parcial al problema, porque las centrales que no hibernasen continuarían con los mismos problemas de viabilidad".
En otros países de Europa, como Francia o Inglaterra, han apostado por la implantación de mercados de capacidad donde los ciclos y las centrales de otras tecnologías compiten por garantizar el suministro, de manera que las que no resulten necesarias son libres de cerrar temporalmente. "Pensamos que esta línea de convergencia con Europa es la que se debe trabajar", afirman desde EDP.
Desde Endesa también se muestran partidarios de una legislación que "permita la hibernación de los ciclos durante un periodo razonable o bien que se establezca un sistema de pagos por capacidad, máxime cuando se trata de una tecnología clave para la transición energética hacia un modelo descarbonizado para poder cumplir con las exigencias medioambientales adquiridas tras la Cumbre de París".
La caída de la demanda de los últimos años ha llevado a un funcionamiento mínimo de los ciclos combinados en el momento actual, motivo por el que la compañía que preside Borja Prado, que suma trece ciclos en España -5 en la península, 4 en Baleares y 4 en Canarias-, solicitó en su día el cierre de la planta de Colón, en Huelva, que Industria desestimó.
Las numerosas ventajas que ofrecen los ciclos combinados han llevado a Viesgo a seguir apostando por esta tecnología, a pesar de haber solicitado el cierre de la central de Tarragona, una de las tres plantas con que cuenta la compañía en España. Todas ellas suman más de 2.000 MW de potencia.
Prueba de ello es la renovación que en 2008 llevó a cabo en la central de Algeciras, hasta entonces una térmica de fuel-gas que, a día de hoy, "está a la vanguardia de este tipo de instalaciones en Europa y genera electricidad de forma más respetuosa con el medio ambiente gracias a la tecnología de ciclo combinado", apuntan desde Viesgo.
Sobre el futuro de los ciclos combinados, la compañía que preside Miguel Antoñanzas coincide con sus competidoras en la necesidad de "realizar un análisis de la capacidad necesaria en el sistema para garantizar la seguridad de suministro y dar libertad de salida a las plantas que no lo sean" y urge al futuro Gobierno la puesta en marcha de una regulación que "o bien permita su viabilidad económica en la situación actual de sobrecapacidad a través de una retribución justa por el servicio de respaldo que proporcionan al sistema, o bien les permita cerrar o hibernar".
Viesgo también considera necesario que se acometa una reforma del mercado "ante la imposibilidad de recuperación de costes en todas las tecnologías de generación".
'Tarragona Power' cumple 10 años
Iberdrola ha celebrado 10 años sin accidentes con baja de personal propio y un total de 670.616 horas trabajadas sin accidentes en la central de ciclo combinado de 'Tarragona Power'. Así lo reflejan los datos acumulados por la instalación con un total de 3.825 horas de formación en materia de Prevención de Riesgos Laborales en estos diez años.
La planta, que suministra principalmente vapor y energía al polígono químico de BASF Española, ha conseguido este hito gracias al compromiso por la seguridad de la plantilla y los responsables de la instalación, y al ejercicio de formación y concienciación en materia de prevención. Se trata del mayor ciclo combinado con cogeneración de España -420 MW de potencia total instalada- y genera energía eléctrica y vapor junto con la planta de generación de vapor (SGP), compuesta por dos calderas auxiliares con una capacidad de 300 t/h.
La planta también dispone de una instalación de generación de aire comprimido con una capacidad de 26.800 Nm3/h y una planta de agua desmineralizada con una capacidad de 150 m3/h.