Energía

EE.UU. lidera el mercado de almacenamiento de energía

El almacenamiento de energía está creciendo en interés e importancia en la planificación y gestión de sistemas energéticos de todo tipo y tamaño. Además de acumular la energía eléctrica que no se consume en el momento de la generación, el almacenamiento de energía permite otras aplicaciones que aportan importantes beneficios al sistema eléctrico: facilitan una mayor integración de las energías renovables, ayudan a reducir la congestión de líneas, mejoran la calidad del suministro eléctrico, permiten optimizar la curva de consumo, etc.

El almacenamiento de energía se ha convertido en una herramienta clave en la descarbonización energética. Durante la Cumbre del Clima de París, una de las medidas aprobadas para la consecución de los objetivos acordados tiene como eje central potenciar las investigaciones científicas y tecnológicas de las tecnologías de almacenamiento mediante la financiación colectiva de proyectos con el objetivo de conseguir una sociedad baja en emisiones de carbono.

El año 2015 ha sido un año récord en la industria mundial del almacenamiento de energía, con un incremento continuado en capacidad desplegada y en anuncio de nuevos proyectos. Gracias a la aparición de nuevas tecnologías, los costes de almacenamiento de energía caerán hasta el 70 por ciento en los próximos 15 años. El almacenamiento solar será más competitivo, ya que la nueva tecnología en baterías hará descender el precio, mientras que el almacenamiento eólico se hará más atractivo gracias a los avances técnicos en materiales compuestos que permitirán incrementar la energía generada por las turbinas eólicas.

Según apunta Lux Research, el almacenamiento distribuido para sistemas solares contará con una inversión de 8.000 millones de dólares en 2026, ya que la combinación solar más almacenamiento es clave para acabar con algunas limitaciones de la energía solar, como la intermitencia y la ausencia de energía por la noche. El almacenamiento de energía también aumentará el mercado distribuido solar en 25 gigavatios anualmente en 2026.

Estados Unidos ha sido la región en la que más ha crecido el mercado de almacenamiento de energía, con un total de 221 megavatios instalados en 2015, nada menos que un 243 por ciento más respecto a la capacidad instalada el año anterior, que fue de 65 megavatios.

Según el último informe del Monitor de Almacenamiento de Energía elaborado por la Asociación de Almacenamiento de Estados Unidos y GTM_Research, Estados Unidos desplegó 112 megavatios de capacidad de almacenaje de energía en el cuarto trimestre de 2015 -161 megavatios hora anuales-, cantidad que supera a la capacidad conjunta instalada en 2013 y 2014.

A pesar del alto índice de crecimiento, se espera que el desarrollo del mercado de almacenamiento de energía estadounidense obtenga su mejor registro en los próximos cuatro años. GTM Research prevé que en 2019 el país alcanzará los 1.000 megavatios de capacidad y superará los 1.660 megavatios en 2020.

Por sectores, la piedra angular del crecimiento del mercado de almacenamiento de energía en Estados Unidos siguen siendo los proyectos de almacenamiento a escala comercial en el mercado PJM, con una potencia total instalada de 160 megavatios en 2015. En el caso del mercado de almacenamiento distribuido, con un total de 35 megavatios desplegados en 2015, Hawai lidera el sector residencial estadounidense con un número significativo de proyectos el pasado año, mientras que California encabeza el sector no residencial.

En términos económicos, el mercado de almacenamiento de energía estadounidense ha crecido un 222 por ciento en el último año. De los 134 millones de dólares invertidos en 2014 se ha pasado a 432 millones de dólares en 2015, cantidad ésta última que será superada en casi seis veces en 2020, con una cifra estimada en 2.456 millones de dólares.

Según un informe elaborado por Navigant_Research, aunque existen diferentes tecnologías de almacenamiento, las baterías de ión-litio han sido las más utilizadas para nuevos proyectos en todo el mundo, lo que supone el 51,2 por ciento de la nueva capacidad de sistemas de almacenamiento y el 85,6 por ciento de la capacidad de energía desplegada en 2015.

Precisamente, Estados Unidos ha sido la región donde los sistemas de ión-litio se han desplegado mayoritariamente, constituyendo el 96 por ciento del total de megavatios instalados, en comparación al 72 por ciento del año anterior, gracias a varios proyectos de demostración en 2014. El segundo puesto lo ocupa Europa Occidental y el tercero Asia Pacífico.

Inversión, ahorro y reducción de costes

El despliegue de los sistemas de almacenamiento también ha llegado a Australia. Con el objetivo de evitar un incremento en las tarifas de electricidad, los hogares australianos han decidido aumentar el uso de las tecnologías de almacenamiento, un nicho de mercado que ha pasado de menos de 500 instalaciones a finales de 2015 a más de 5.000 a principios de 2016, un incremento que coloca a Australia entre los cinco primeros mercados para el almacenamiento de energía distribuido en 2016, por detrás de Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido, según IHS.

Se espera que las instalaciones de almacenamiento residenciales y comerciales en Australia dupliquen anualmente su capacidad a partir de este año, pasando de los menos de 3 megavatios instalados a finales de 2015 a más de 200 megavatios de capacidad en 2018 -250 megavatios hora-. Según IHS, alrededor de 30.000 casas australianas contarán con sistemas de almacenamiento de energía solar fotovoltaica en ese año.

En el caso de Europa, el Gobierno federal de Alemania ha publicado los detalles del nuevo programa de apoyo a los sistemas de almacenamiento de energía solar. Desde el 1 de marzo de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2018, el gobierno alemán proporcionará soporte para la compra de baterías solares con una cantidad inicial de 500 euros por kilovatio pico de capacidad fotovoltaica, lo que equivale al 25 por ciento de los costes admisibles. Semestralmente, este valor descenderá un 10 por ciento hasta finales de 2018.

Según Jörg Mayer, responsable de la asociación solar alemana, ?el nuevo programa subraya la importancia de los sistemas de almacenamiento de energía solar para el programa Energiewende, que supone la transición energética de Alemania a un sistema basado en fuentes renovables?.

En el caso del Reino Unido -según un informe elaborado por Carbon Trust-, los sistemas de almacenamiento de energía podrían ahorrar unos 2.900 millones de euros al año al sistema de electricidad británico en 2030. Para ello, sería necesario eliminar algunas barreras que permitan a esta tecnología alcanzar su potencial.

El estudio indica que el ahorro podría llegar a los 8.600 millones de euros al año si el almacenamiento se integrara cuanto antes en el sistema de electricidad como parte de la nueva estrategia para la descarbonización. Según el informe, si el 50 por ciento de este ahorro se trasladara a los clientes domésticos, el recibo de la luz se reduciría una media de 62 euros al año por hogar.

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