
Con una población de más de 1.300 millones de habitantes, India se ha convertido en el segundo país más poblado del planeta por detrás de China, aunque las previsiones apuntan que en el año 2022 pasará a ocupar la primera posición. A pesar de que la economía india es la tercera más grande del mundo y el uso de la energía en el país prácticamente se ha duplicado desde el año 2000, alrededor de un 20% de la población -unos 240 millones de personas-, no tienen aún acceso a la electricidad.
Alrededor de las tres cuartas partes de la demanda de energía en India procede de combustibles fósiles. El carbón sigue siendo la principal fuente de energía, con más del 70 por ciento de generación, y el recurso más abundante a nivel doméstico, aunque las importaciones de carbón han crecido en los últimos años.
India cuenta con las terceras reservas más grandes de antracita del mundo -aproximadamente el 12 por ciento del total mundial-, así como depósitos significativos de lignito. En 2013, el país produjo casi 340 millones de toneladas equivalentes de carbón e importó unas 140 millones de toneladas.
La capacidad de generación de energía ha resurgido en los últimos años, pero la perspectiva para el sector es incierta debido a la precaria situación financiera de las empresas de distribución local y a las grandes pérdidas en las redes de distribución y transmisión.
100 gigavatios en solar
En el caso de las energías renovables, la potencia total instalada en el país es, actualmente, de 37 gigavatios -de los que 23 gigavatios son eólicos-, una cifra insignificante si tenemos en cuenta su enorme potencial. Sin embargo, India apunta alto en este área y se ha marcado un objetivo muy ambicioso: alcanzar los 175 gigavatios de capacidad renovable en 2022 -excluyendo la gran hidráulica-.
En este desarrollo, la energía solar va a ser un elemento clave de los proyectos del Gobierno, pudiendo desempeñar un papel crucial para afianzar y diversificar el futuro energético de India. Según el Instituto Nacional de Energía Solar local, el país tiene un potencial solar de 750 gigavatios, especialmente en los Estados del norte y noroeste del país -Rajasthan, Jammu y Cachemira-.
A la vista de los datos comentados está claro que la energía solar en India ha jugado, hasta el momento, un papel muy limitado en la generación de energía del país, a pesar de poder presumir de ser el único país del mundo con un aeropuerto que funciona el 100 por ciento con energía solar. Hablamos del aeropuerto de Cochín, al sur de la India, en el que se han instalado 48.154 paneles fotovoltaicos que generan 12 megavatios diarios de energía. La planta prevé generar 18 millones de unidades de energía solar al año, suficiente para abastecer de electricidad a 10.000 hogares.
Capacidad solar instalada
Según el Ministerio de Energía de India, la capacidad solar total instalada hasta la primera semana de marzo de 2016 es de 5,8 gigavatios -2 GW más que en 2014-, de la que más de las tres cuartas partes está repartida en sólo cuatro Estados: Gujarat, Rajasthan, Madhya Pradesh y Maharashtra. Actualmente se encuentran en desarrollo unos 10 gigavatios en proyectos solares en diferentes fases de desarrollo y otros 8,4 gigavatios serán subastados en los próximos meses.
La mayor implicación de India en el desarrollo de la solar comenzó con el lanzamiento, en 2010, de la Jawaharlal Nehru National Solar Mission (JNNSM, sus siglas en inglés) o Misión Nacional Solar, con el objetivo de alcanzar los 100 gigavatios en instalaciones solares en 2022, que quintuplica el objetivo anterior de 20 gigavatios. De la cifra total, 40 GW se destinarán a instalaciones solares fotovoltaicas sobre cubierta en comercios y hogares -junto con algunas instalaciones a pequeña escala y no conectadas a red-. Las instalaciones solares sobre cubierta cuentan, por tanto, con un gran potencial para formar una parte muy importante de la cartera solar de India. Los 60 gigavatios solares restantes se destinarán a proyectos solares de media y gran escala conectados a red. Para alcanzar este objetivo serían necesarios 13,5 GW anuales en los próximos siete años, una potencia que ningún país del mundo ha conseguido alcanzar jamás en sólo un año.
Otros proyectos
Únicamente China consiguió superar los 11 GW en 2013. La única manera sería poner en marcha una serie de proyectos de parques solares a gran escala con una potencia de 500 MW cada uno. De momento se han anunciado varias iniciativas para alcanzar estos objetivos con una inversión inicial del gobierno indio de 1.000 millones de dólares.
Sin embargo, el desarrollo de la solar se enfrenta a varios desafíos, como la dificultad de hacer cumplir las obligaciones de compra de las empresas de distribución local, la capacidad de la red de absorber la producción adicional, la disponibilidad de financiación y los problemas de adquisición de suelo.
Aunque la energía solar -y también la eólica- todavía requieran de subvenciones a la inversión, la trayectoria de coste se mueve en la dirección contraria. Desde 2010, el coste medio de electricidad generada por instalaciones solares a escala en India ha caído a la mitad, en gran parte por una disminución en los gastos de inversión en células solares.