Energía

Forestalia se adjudica 408 MW en la subasta renovable

  • De las grandes empresas, sólo ganan EDP y Ence
  • La puja se cierra sin prima alguna, para sorpresa del sector

La esperada subasta de 500 MW de eólica y 200 MW de biomasa, celebrada ayer, se cerró con unas ofertas tan bajas que excluyen la percepción de una retribución adicional a la del mercado mayorista de la electricidad o pool. Y los ganadores también han sido sorprendentes: de las grandes empresas, sólo están EDP y Ence; Iberdrola y Gas Natural Fenosa no han obtenido nada y Acciona ni siquiera se presentó.

El sector renovable, tal y como adelantó elEconomista, ya esperaba que hubiera ofertas muy bajas en el caso de la eólica, pero no así en el caso de la biomasa; de hecho, todas las fuentes consultadas dudan de que estas plantas se vayan a ejecutar sin ayudas.

A falta de conocer los datos oficiales, Forestalia y el Grupo Jorge -empresas de los hermanos Samper- son las grandes ganadoras: la primera ha obtenido 300 MW eólicos y 108 MW de biomasa, y la segunda, 102 MW eólicos. A continuación se situarían EDP, con unos 90 MW de eólica, y Ence, que ha anunciado haberse adjudicado 40 MW de biomasa. En eólica habría sobrado algo de potencia y los restantes de biomasa pueden haber recaído en Eco2 y en plantas pequeñas ya en operación.

Las empresas pujaban a la baja sobre la retribución a la inversión reconocida por el Gobierno -1,2 millones de euros por MW en el caso eólico y 3,35 millones por MW en el caso de la biomasa- y el umbral de reducción de la oferta para no obtener ayuda alguna por ese concepto en relación al pool se situaba en el entorno del 55%. A partir de ahí, según las reglas de la subasta, ese valor equivalía a cero.

Fuentes de las empresas ganadoras indican que en eólica se ha pujado tan a la baja por varias razones: había muchos proyectos pendientes -hay 10.000 MW otorgados hace años por las comunidades autónomas-, por lo que preveían mucha competencia y querían garantizarse la adjudicación, ya que sus emplazamientos gozan de muchas horas de viento y no necesitan más que el pool para ser rentables y recuperar costes hundidos; además, es mejor el marco regulatorio específico que acudir al mercado.

Una de las ventajas de este marco es que establece un suelo y un techo al precio del pool para calcular los ingresos finales de las plantas, pero al haber ofertado a cero en la retribución a la inversión, y aplicar ese valor en las fórmulas matemáticas que establecen los pagos regulados, es posible -los expertos discrepan- que se haya perdido la opción de cobrar dicho suelo.

Si no pocos interlocutores eólicos consideran que ofertar a cero ha sido una temeridad, en el caso de la biomasa es aún peor, porque los costes de inversión de la tecnología triplican a la eólica. De hecho, al perder la retribución a la inversión, los ganadores sólo obtendrán otro pago regulado, la retribución a la operación, que únicamente garantiza los costes operativos que no cubre el precio del mercado.

No por casualidad, Ence, la única empresa que ayer había confirmado su adjudicación con una nota de prensa, indicaba en la misma que "al haber sido la adjudicación sin prima a la inversión, Ence sólo construirá la planta si está segura de obtener la rentabilidad esperada". Ahora bien, para poder participar en la subasta se ha depositado un aval de 20.000 euros por MW, que se perdería.

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