
La reforma eléctrica realizada por el Gobierno ha logrado su objetivo: contener el déficit de tarifa. El Ejecutivo consideraba que con los recortes aplicados podría eliminar el agujero tarifario con una horquilla de 400 millones de euros, lo que le ha permitido congelar los peajes para 2015.
El déficit que arrastra el sistema eléctrico se sitúa en 1.421,54 millones de euros, si bien sólo 170,5 millones de ellos son imprevistos, según datos de la última liquidación mensual realizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. De esta cantidad total del déficit, 1.251 millones de euros, es consistente con el escenario previsto a principios de año.
Los 170,5 millones de desajuste adicional se deben a aspectos como una caída de la demanda y de la potencia contratada entre los consumidores domésticos de entre el 2,2% y el 5,8% muy inferiores a las previstas para el ejercicio (0,5 por ciento). Asimismo, los consumidores de más de 15 kilovatios (kW) de potencia registran descensos del consumo de entre el 6,8 y el 8,1%, respectivamente, frente al incremento del 6,6% previsto.
Sin déficit este año
El déficit de tarifa de caja, que se produce porque los costes reconocidos de la actividad regulada son superiores a los ingresos obtenidos a través de los peajes, se situó en enero apenas 2,5 millones por encima de lo previsto, según consta en la primera liquidación mensual de la CNMC de 2015.
Para este año, lel organismo que preside José María Marín maneja una previsión de equilibrio entre costes e ingresos en el sector eléctrico. En enero, el desajuste ha sido de 831 millones de euros, si bien este importe implica una desviación mínima con respecto al escenario diseñado para lograr este déficit cero. En el ámbito de los ingresos, la demanda se situó en enero por debajo del "valor promedio" para este mes, en 4.130 gigavatios hora (GWh), una cifra un 6 por ciento inferior a la incluida en la primera liquidación del ejercicio 2014. En todo caso, los ingresos totales se han situado solo 62 millones por debajo de lo previsto, debido a la menor recaudación por peajes.