La industria nuclear española es altamente competitiva a nivel mundial en la construcción, mantenimiento y operación de centrales nucleares, así como en la generación de combustible y la gestión de residuos radiactivos. Hoy estas empresas son capaces de dar soporte tecnológico a toda la cadena de valor del sector, y su experiencia es tomada como referencia en otros países.
La internacionalización de las empresas españolas se produce a partir de la segunda mitad de los años ochenta y, hoy en día, están presentes en cuatro de los cinco continentes, especialmente en países como China, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Reino Unido, México, Brasil y Estados Unidos.
Tres años después del accidente de Fukushima, los países han continuado con su desarrollo nuclear y gestionando sus centrales existentes; eso sí, incrementando los criterios de seguridad y poniendo en marcha mecanismos que mejoran el intercambio de información y transparencia.
Hacía muchos años que el número de reactores en construcción no era tan elevado como el actual. Actualmente hay 435 reactores nucleares funcionando en el mundo con una capacidad instalada de 372.000 megavatios, 72 en construcción y 10 más cuyas obras comenzaron el pasado año.
Ejemplos de internacionalización
Una de las empresas españolas que ha dado el salto fuera de nuestras fronteras es Equipos Nucleares, SA(Ensa). Con casi 41 años de experiencia y especializada en la fabricación de componentes, como vasijas de reactor, Ensa inicia su actividad en el exterior a finales de los años ochenta representando, actualmente, más del 90 por ciento de la fabricación de equipos y más del 50 por ciento de la prestación de servicios en plantas: si en 1986 tres de los 37 grandes componentes fabricados fueron al mercado internacional, a partir de 1997 la situación da un giro de 360 grados y tan sólo tres de los 88 componentes fabricados fueron destinados al mercado doméstico.
Ensa también ha suministrado contenedores de transporte y almacenaje para combustible fresco y usado a China, Japón y EEUU y bastidores para almacenamiento en piscinas de combustible en Corea, Alemania, Sudáfrica, Taiwán, Finlandia y China. También destaca por su participación en el proyecto sudafricano PBMR (Pebble Bed Modular Reactor), en el proyecto Iris (International Reactor Innovative and Secure) y en la prestación de servicios en plantas nucleares en China, Bulgaria, Francia y Finlandia.
En el caso de Enusa Industrias Avanzadas, SA, las primeras incursiones al exterior comenzaron a principios de los años noventa de la mano de sus socios americanos, General Electric y Westinghouse, fabricando combustible para centrales nucleares europeas -donde cuenta con una cuota de mercado del 20 por ciento-, principalmente en Francia, Bélgica, Suecia, Alemania y Finlandia.
La compañía ha ido diversificando su oferta de productos y servicios para adaptarse a las condiciones de los mercados en expansión, especialmente el asiático -con China a la cabeza- y sudamericano. En Asia, Enusa colabora desde 2008 con el mayor fabricante chino -CNFSC- para suministrar equipos de fabricación e inspección de combustible de alta tecnología. Asimismo, mantiene contactos con las principales eléctricas de este país con el fin de identificar cualquier oportunidad de suministro de combustible.
La actividad internacional más reciente la están desarrollando en el continente sudamericano, concretamente en Argentina y Brasil, gracias a los planes de expansión nuclear en ambos países, con interesantes oportunidades de transferencia de tecnología y con el establecimiento de líneas de actuación para prestar soporte en actividades de servicios de combustible. De cara al futuro, Enusa desarrollará su actividad internacional en mercados en desarrollo, como Oriente Medio y África.
Además de mantener una posición estratégica en el mercado nacional, el objetivo de Grupo Dominguis es que su facturación internacional, que actualmente representa el 27 por ciento de los ingresos totales del grupo, alcance el 45 por ciento en 2015. El mercado europeo sigue siendo fundamental, especialmente en Francia, Reino Unido e Italia, pero sin olvidar México, país en el que el grupo inició su apertura internacional en 2005 en la central de Laguna Verde.
De hecho, en Italia lleva operando desde junio de 2006 gracias a la firma de un contrato con Iberdrola Ingeniería y Construcción para la prestación de asistencia técnica al servicio de protección radiológica del Centro de Investigación Conjunta (JRC) de Ispra. En Francia, presente desde 2007, ha obtenido la certificación Cefri, obligatoria para realizar trabajos en zona nuclear y numerosas homologaciones otorgadas por Electricite de France EDF). Y en Reino Unido está presente desde finales de 2013, gracias a la adquisición de un 96,65 por ciento de la empresa británica NDSL (Nuclear Decommissioning Services Limited), especializada en el desmantelamiento de instalaciones nucleares, ingeniería y diseño de sistemas de ventilación y gestión de metales alcalinos.
Lleva a cabo proyectos en 30 países de todo el mundo y, actualmente, participa en el diseño y suministro de salas de control avanzado y simuladores de alcance total para 15 plantas de energía nuclear en China, Taiwán, Argentina y Brasil.
Hablamos de Tecnatom, empresa española especializada en la prestación de servicios de inspección de componentes e integridad estructural, formación del personal en entornos de formación avanzada e ingeniería de ayuda a la explotación de la planta. Sólo en 2013, Tecnatom se ha adjudicado el contrato para la cualificación e inspección de las soldaduras circunferenciales y longitudinales de la vasija del reactor nuclear sueco de Oskarshamn 3 y el contrato multianual para la realización de pruebas de fugas en la central rumana de Cernavoda. También ha participado en la evaluación de seguridad de la central nuclear de Angra 1 en Brasil, la inspección de las soldaduras en los CRDH?s de las barras de control de la central nuclear de Mühleberg en Suiza; y ha colaborado en la puesta en marcha de la central nuclear de Lungmen en Taiwán, entre otros proyectos.
Artículo incluido en la edición de abril de la revista Energía