Beirut, 15 feb (EFE).- El ministro libanés de Energía y Agua, Gebran Bassil, anunció hoy el lanzamiento de la fase de precalificaciones para las compañías interesadas en la explotación del petróleo y gas en las aguas territoriales libanesas, y fijó el plazo para presentar los expedientes hasta el 28 de marzo.
En una rueda de prensa, el ministro precisó que las compañías tienen hasta el 28 de marzo para presentar sus expedientes, mientras que las autoridades competentes lo examinarán en tres semanas y se dará a conocer el anuncio de las compañías aceptadas el 18 de abril.
"El 2 de mayo se volverán a abrir las licitaciones y las compañías precalificadas tendrán seis meses para presentar sus expedientes. Los contratos serán firmados en febrero de 2014, aunque la primera operación de explotación petrolera tendrá lugares a finales de 2015", agregó.
También dijo que el Líbano "se encamina a ser un país productor de gas y petróleo, no hay vuelta atrás".
Exploraciones preliminares han encontrado importantes yacimientos de petróleo y gas en las aguas territoriales libanesas al norte y sur del país.
A finales de enero, el Gobierno aprobó un plan y formó una comisión especial para el seguimiento de los hidrocarburos encontrados en el Mediterráneo, que representan un nuevo tema de disputa con Israel, ya que los del sur se ubican en las fronteras entre ambos países.
El Líbano ha enviado a la ONU una carta en la que rechaza el mapa presentado por Israel con las fronteras marítimas entre ambos estados, ya que sostiene que le priva de 850 kilómetros cuadrados de sus aguas territoriales.
La frontera entre Israel y el Líbano, terrestre y marítima, nunca ha sido delimitada porque los dos países están formalmente en estado de guerra, pero a través de la ONU se comenzó en 2000 la delimitación terrestre.
La marítima, tanto en lo que tiene que ver con las aguas territoriales como las de explotación económica, se basa en acuerdos bilaterales alcanzados entre Chipre y el Líbano, y Chipre e Israel.
En 2010, el Líbano presentó a la ONU su delimitación fronteriza, con unas coordenadas que, según Israel, contradicen el acuerdo que ese país suscribió con Chipre en 2007.