Los presidentes de Argentina, Brasil y Bolivia no lograron arribar a un acuerdo en las cuotas de venta de gas y decidieron formar un grupo con los ministros del área de energía para seguir analizando el tema, se informó al término de un encuentro tripartito este sábado en Buenos Aires.
Los mandatarios y sus respectivos equipos de energía discutieron durante más de dos horas en la residencia presidencial de Olivos (periferia norte), pero no se pusieron de acuerdo en los volúmenes de exportación de gas natural que recibirían Brasil y Argentina del país andino.
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo que su país no puede garantizar los niveles prometidos del fluido y se pronunció por la redistribución de las cuotas, pero el gobierno brasileño insistió en que no puede recortar sus importaciones.
Los presidentes "decidieron conformar un grupo coordinador integrado por los respectivos ministros responsables de los sectores energéticos, con el objetivo de coordinar acciones", indicó un breve comunicado que leyó el canciller argentino Jorge Taiana al término de la reunión.
El equipo estará encargado de buscar alternativas para aumentar la producción y la infraestructura de cada país en materia energética, con el objetivo de acompañar el crecimiento sostenido de las economías, según la nota de prensa.
Además, "basándose en el principio de solidaridad energética regional, el grupo analizará de manera permanente la evolución de las respectivas demandas de energía, coordinando las medidas que resulten oportunas y pertinentes", agrega.
La primera reunión del equipo está prevista para dentro de unos diez días en Bolivia, anticipó el presidente de Petrobras José Sergio Gabrielli a los periodistas.
Morales aseguró que se trata de un problema coyuntural y explicó que las inversiones en exploración y producción en su país, que llegarán este año a unos 1.500 millones de dólares, permitirán hacer frente a la mayor demanda.
En 2006, Morales y Kirchner firmaron un acuerdo por el cual Bolivia debe enviar a Argentina 7,7 millones de metros cúbicos diarios de gas, volumen que debería llegar hasta los 27,7 millones con la construcción del Gasoducto del Nordeste.
Pero la prioridad de Brasil, que tiene asegurados 31 millones de metros cúbicos diarios y la demanda del mercado interno boliviano, amenazan con reducir a poco más de 2 millones de metros cúbicos la cuota de Argentina.
Gabrielli insistió en que "Brasil necesita cada molécula" del gas que importa de Bolivia y propuso otras alternativas para ayudar a su socio mayor del Mercosur, como por ejemplo el envío de energía eléctrica.
La cuestión energética estuvo presente en la visita oficial que Lula cumplió el viernes en Buenos Aires, adonde opinó que debería ser discutido por todos los países de Sudamérica.
El mandatario exhortó además "buscar una nueva matriz energética" que tenga en cuenta el potencial hídrico y nuclear y los biocombustibles de la región.
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